Asegurando que su esposo Rolando Cifuentes Contreras, casi fue triturado vivo por una máquina mezcladora en su lugar de trabajo, se presentó a nuestra Sala de Redacción la señora Ximena Zapata, de 27 años de edad y madre de un pequeñito de cuatro.

Se trata de la empresa Hace Productos Alimenticios, ubicada en Ruta Internacional 60 CH sector El Peñón, en Panquehue, y el incidente se habría registrado cuando su marido realizaba tareas de aseo al interior de la máquina.

“Yo quiero denunciar a la empresa Hace por no suministrarle implementos de seguridad a los trabajadores, ellos laboran con maquinaria industrial y no les dan capacitación por parte de la empresa”, indicó Zapata a Diario El Trabajo.

“Mi esposo trabaja en esa empresa desde hace varios meses, este miércoles mi marido estaba haciendo aseo en esa máquina, para lo que él tuvo que entrar a una máquina mezcladora. Según lo que mi esposo me dijo, ‘alguien’ hizo que la máquina funcionara mientras él estaba adentro”, agregó Ximena.

Según lo relatado por esta sanfelipeña, su esposo no contaba con casco de seguridad ni otro implemento más que unas botas o zapatos de trabajo.

“Por los cortes que él tiene en su cuerpo, me indica que esa máquina tiene algún filo peligroso, él siente que la máquina lo succiona para adentro y entonces es que grita, para que le apaguen la máquina, cosa que al momento hicieron, diez minutos después lograron sus compañeros sacarlo”, afirma la mujer.

 SACADO A TIEMPO

Aunque el empleado fue trasladado por personal del IST a Viña del Mar para ser atendido adecuadamente, en la empresa restaron importancia al hecho, esto en relación a la versión de la señora Ximena Zapata.

Nuestro medio realizó una visita a la planta procesadora de Hace Productos Alimenticios en Panquehue, en donde un funcionario, quien pidió no ser identificado en este artículo, señaló que la situación ocurrida fue distinta.

Según este compañero de trabajo de Rolando Cifuentes, el afectado, el accidente no fue ‘tan grave’, pues sólo se trató de unos pocos segundos con una pierna prensada en la máquina, sin quebraduras ni heridas graves.

En conversación con el afectado, quien aún se encuentra siendo atendido en instalaciones clínicas del IST, en Viña del Mar, señaló: “Mi esposa se alarmó un poco, sin embargo sí puedo confirmar que tengo tres costillas rotas y como 30 puntos en una de mis piernas, lo demás son moretones. Debo también informar que el personal del IST se ha comportado muy bien conmigo, es verdad que la empresa no nos da muchos implementos de seguridad, pero de ahí nada más puedo decir”, explicó Rolando Cifuentes a Diario El Trabajo.

Roberto González Short

rgonzalez@eltrabajo.cl

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