Obispo respalda llegada Padre Gerardo Joannon a Parroquia Santa María

Obispo de San Felipe, Cristián Contreras.

El sacerdote llega como vicario y defiende su sacerdocio en la ausencia de ‘acusaciones serias’ y en la absolución que le otorgó la Iglesia Católica respecto del caso de adopciones ilegales en el que fue involucrado en el año 2014.
El cura Gerardo Joannon – hoy con 79 años- se hizo conocido el año 2014, tras ser involucrado en eventuales adopciones ilegales de menores que fueron declarados muertos en el país durante la década de los 80. Pese a la gravedad de las acusaciones en su contra, su llegada como ayudante del párroco de Santa María, ha pasado prácticamente desapercibida para la comunidad aconcagüina y especialmente para los feligreses de esa comuna, quienes vieron como ‘el Padre Gerardo’, leía su primer evangelio en la zona durante la misa de las 18.30 horas del sábado, acompañando al sacerdote Claudio Acevedo.
Joannon fue absuelto por la Iglesia Católica de los hechos que se le imputaban y ese es su principal escudo a la hora de respaldar su servicio religioso en la parroquia santamariana. “Yo no he recibido ninguna acusación seria. Una cosa es lo que algunas personas dicen y otra muy distinta es lo que realmente sucede. El juicio de la Iglesia me dejó absolutamente libre, por lo tanto, no hay nada que pueda prestarse para cuestionamientos”, argumentó el cura.
Tras su paso por Argentina, el ahora Vicario, regresó a Chile el 5 de diciembre del año pasado y actualmente cuenta con todo el respaldo del Obispo de San Felipe, Cristián Contreras Molina, quien aseguró que a petición del propio Joannon, la permanencia de éste en la Iglesia de Santa María no tiene un plazo determinado.
“Él pidió venir a participar de la vida comunitaria y pastoral de esta iglesia, durante un tiempo indefinido, sin estar pensando en incardinarse en esta diócesis, él pertenece a los padres de los Sagrados Corazones y por lo tanto estará durante un tiempo en la parroquia de Santa María donde va a estar unido al padre Claudio Acevedo, atendiendo a la comunidad cristiana, pero sobre todo, llevando a cabo su vida religiosa, de oración meditación y servicio a la comunidad como lo ha hecho siempre”, decretó monseñor Contreras.
Cual piedra en el zapato, el tema pareciera generar incomodidad en la máxima figura eclesiástica de la diócesis de San Felipe y pese a que sus palabras denotan confianza en los más de 50 años de ejercicio religioso que tiene a su haber el cuestionado padre, Contreras se rehusó a opinar directamente de cómo se habían dado por superados los hechos de los cuales se acusaba a Joannon -esgrimiendo que era un asunto que se manejaba en Santiago.
De todas formas, el Obispo se encargó de reafirmar la defensa que fundamentó Joannon y de anunciar que éste no tiene absolutamente ninguna restricción para desarrollar sus labores parroquiales, expresando que “El padre no tiene ninguna condena, ni eclesiástica, ni civil. Eso está descartado. Entonces por supuesto que él puede ejercer el ministerio sacerdotal aquí, en Roma y donde quiera porque no tiene ninguna sanción”, apuntó.
Contreras reafirmó que las funciones de Joannon en Santa María serán exclusivamente en condición de Vicario, como ayudante del párroco y que se definió su servicio religioso a esta comuna, pensando en ciertas características y necesidades eclesiásticas de la comunidad y además en que el pastor ya tenía cierto conocimiento de la diócesis San Felipe de Aconcagua.
“El padre Gerardo, hace algunos años atrás, cuando yo aún no estaba en esta diócesis, vino a prestar servicios misioneros y evangelizadores en el decanato de Petorca, en la Parroquia de Longotoma específicamente. Estuvo durante una década con universitarios, profesionales, no sólo a evangelizar, sino que también a realizar una labor social, es decir a apoyar la comunidad levantando la capilla y el centro comunitario, por lo tanto tiene un conocimiento de la diócesis”, aseguró.
Además de esto, Contreras contó que Joannon tiene una Fundación denominada Uniendo Mundos, la cual basa su ayuda a los más pobres; no en la entrega de dinero, sino que, en aporte profesional, es decir, como médicos, odontólogos, abogados, etc. prestan servicios gratuitos a la comunidad.

Padre Gerardo Joannon formó parte de la misa del sábado por primera vez en la Parroquia de Santa María.