Jaime González, padre de Nicolás, con mucha tristeza recordó el día de los hechos cuando su hijo le confesó su crimen.

Pablo Salinas Saldías – psalinas@eltrabajo.cl

Con profunda tristeza subió al estrado Jaime González, padre de Nicolás, quien presentó su testimonio ante el Tribunal recordando el día de los hechos, cuando su hijo le confesó el crimen que había cometido minutos antes, cuando llegó hasta su vivienda para ducharse y contarle en breves palabras lo sucedido.

Muy emocionado Jaime señala que aquel día se alistaba para viajar a la ciudad de Valparaíso, instantes en que Nicolás llegó hasta la casa para darse una ducha y confesarle su crimen: “‘Papá, tengo que hablar algo muy importante contigo’, me senté en el sillón y me dice: ‘Papá, maté a la Tamara’… fue un golpe tremendo para mí, pensé que era una broma de mal gusto, cómo se le ocurre decirme esa tontera tan grave”, recuerda el hombre de 60 años.

Jerti Barra, amiga de Tamara y Nicolás, se entrevistó el día anterior con el imputado, a quien notó extraño, diciendo cosas raras.

“A golpes no se mata a nadie”

González recuerda que Nicolás se hincó y le pidió ayuda para huir, dirigiéndose hasta la comuna de Catemu donde se entrevistaron con un cuñado, quien les manifestó que “a golpes no se mata a nadie”, desconociendo los detalles de lo sucedido dado que Nicolás sólo les mencionó que había sostenido una discusión con la muchacha, quien aprovechó el lugar para deshacerse de las prendas de vestir, las que arrojó en una bolsa en un sector del Río Aconcagua.

Según la declaración de Jaime González, los tres se trasladaron hasta la vivienda de Tamara, donde pretendían comprobar lo sucedido, encontrándose en el camino, en Maipú con O’Higgins, con un furgón de Carabineros, a quienes confiesan lo sucedido dirigiéndose a casa de Tamara, donde llegan y adoptan el procedimiento alrededor de las 17:30 horas del pasado 6 de noviembre del 2011. “Cuando Carabineros entró al domicilio y salieron, Nicolás se separa de mi lado y sin decirme nada estira las manos para que le pusieran las esposas”, añadió Jaime.

El Sargento 2º de Carabineros, Raúl Oyarzo, encontró el cuerpo golpeado de Tamara tendido en el suelo.

Por su parte, los funcionarios policiales que hallaron el cuerpo de Tamara, prestaron su declaración ante el Tribunal: “La encontramos tendida en el suelo y golpeada, con muchas heridas en el rostro cubierto de sangre”, puntualizó el Sargento 2º Raúl Oyarzo.

De igual forma el Cabo 2º Humberto Véliz entregó su testimonio diciendo: “El cuerpo estaba frío, la sangre seca, Nicolás estaba sólo en el antejardín, él nos abrió la puerta porque mantenía una llave”, sostuvo el funcionario policial.

“Tu lado malo también cambia”

El Cabo 2º de Carabineros, Humberto Alfaro, señaló: “El cuerpo estaba frío y la sangre seca”.

Durante el desarrollo del juicio subió al estrado una amiga de Tamara y Nicolás, quien declaró haberse entrevistado con el imputado el día anterior del crimen: “Él fue a mi lugar de trabajo, lo notaba extraño, decía cosas raras, me dijo: ‘cuando tú cambias, tu lado malo también cambia’”, agregó Jerti Barra.

Sin embargo, los propósitos que expondría la Defensa ante el Tribunal en los alegatos de clausura, es la irreprochable conducta anterior del imputado, la entrega inmediata a Carabineros y la colaboración sustancial de la investigación del caso, atenuantes que podrían ser considerados por el Tribunal Oral a la hora de dictar una condena, la que podría ser más baja a la solicitada por el Ministerio Público de Presidio Perpetuo Simple.

 

https://i0.wp.com/eltrabajo.cl/portal/wp-content/uploads/2012/06/Jaime-Gonzalez.jpg?fit=550%2C310&ssl=1https://i0.wp.com/eltrabajo.cl/portal/wp-content/uploads/2012/06/Jaime-Gonzalez.jpg?fit=200%2C112&ssl=1Diario El TrabajoPolicial
Pablo Salinas Saldías - psalinas@eltrabajo.cl Con profunda tristeza subió al estrado Jaime González, padre de Nicolás, quien presentó su testimonio ante el Tribunal recordando el día de los hechos, cuando su hijo le confesó el crimen que había cometido minutos antes, cuando llegó hasta su vivienda para ducharse y contarle...