Peregrinos de San Esteban visitan “Tierra Santa”

Después de un largo viaje de más de 24 horas, 54 personas de la comunidad parroquial de San Esteban llegaron a la ciudad de Tel Aviv, Israel, dirigidas por el cura párroco de esta parroquia, Mauricio Cruz Lolas.

Después de un largo viaje de más de 24 horas, 54 personas de la comunidad parroquial de San Esteban llegaron a la ciudad de Tel Aviv, Israel, dirigidas por el cura párroco de esta parroquia, Mauricio Cruz Lolas. Allí, el guía, Álvaro Restrepo, sacerdote experto en las Sagradas Escrituras, políglota y conocedor de los lugares sagrados, los estaba esperando en un bus para trasladarlos a Jerusalén, a la Casa de Abraham, administrada por las Religiosas Dominicas de la Presentación (Congregación Presente en Putaendo, a la cual pertenece la hermana del párroco).

El primer día, ya habían visitado la ciudad de Belén, la Basílica de la Natividad, en donde nació Jesucristo. Celebraron una misa en el Campo de los Pastores, en donde según cuenta la tradición, se aparecieron los ángeles a los pastores, para anunciarles que había nacido el Señor Jesús. Por la tarde, se trasladaron a la ciudad Vieja de Jerusalén, para hacer oración en el Muro de los Lamentos,

Se han vivido momentos de mucha emotividad, es casi común ver a todos con los ojos llenos de lágrimas, debido a la gran emoción que significa para un cristiano católico, visitar y peregrinar a estos lugares Santos. Para el día viernes, se espera la visita al desierto, a Jericó y al Mar Muerto, en donde podrán bañarse en esas aguas curativas. En Tierra Santa, permanecerán hasta el día 11 de febrero, para luego partir a Italia, hasta el 18 de Febrero, en donde visitarán Roma, el Vaticano y algunas otras ciudades, como Asís, Cascia y el Santuario del Padre Pío en San Giovanni Rotondo, al sur de este país.

Todos se encuentran bien de salud, disfrutando de este regalo del cielo que gracias a la mediación de esta parroquia de San Esteban, entre pasajes y estadía, no superó el costo de dos millones por persona, sabiendo que una peregrinación de esta duración y de estas características, bordea los cinco millones por persona.