El imputado René Enrique T.G., de 48 años, quedó bajo la medida cautelar de Prisión Preventiva dentro de los próximos 100 días como plazo de investigación.

Pablo Salinas Saldías – psalinas@eltrabajo.cl

Bajo la medida cautelar de prisión preventiva quedó un sujeto de 48 años de edad identificado como René Enrique T.G., domiciliado en la villa Industrial de San Felipe, tras ser formalizado por el delito de abuso sexual y violación, ambos en grado de reiterado, en contra de su hija identificada como A.F.T.A., quien en la actualidad tiene 21 años de edad.

Según las pruebas rendidas por el Ministerio Público representado por la Fiscal Daniela Quevedo, dan cuenta que los hechos se produjeron en un día no determinado del 2006, cuando la menor de entonces 15 años de edad, en horas de la noche le solicitó a su padre que le realizara masajes que al principio fueron en forma debida, para luego transformarse en tocaciones en la zona vaginal por sobre su ropa interior.

Fue en noviembre del 2011 cuando la víctima le confiesa a una amiga de su madre sobre los vejámenes a que era sometida por su padre desde que tenía 15 años, en el interior de una vivienda de la villa Industrial de San Felipe, la que le sugiere que le cuente todo a una psicóloga del CESFAM donde la menor estaba recibiendo un tratamiento por problemas de bullying en el colegio y con su padre.

‘Yo lo tomaba como cariños de un papá’

Dentro del relato de la joven prestado ante la Fiscalía Local, expuso: “Sé que tenía menos de 18 años, yo lo tomaba como cariños de un papá, tengo recuerdos de Illapel, mi padre se encontraba en estado de ebriedad, yo ponía mi mente en blanco. A los 21 años cuando me disponía a salir con mi pololo, mi padre me tomó del cuello y me arrojó sobre la cama, comenzándome a penetrar, pero no podía gritar porque estaba inmovilizada. Al terminar me dio dinero. Me sentí como una prostituta”, señala la víctima.

“Me acuerdo cuando tenía 16 años, jugaba fútbol en el colegio, le pedí que me hiciera masajes cuando estaba en mi cama, pero me tocó por encima de mi vagina. Entre mayo y diciembre, cuando tenía 17 años, él estaba ebrio, me acuerdo que se lanzó encima, me besaba, tocaba mis pechos y vagina y me preguntaba si me gustaba. Me bloqueé, dejaba de respirar. Yo nunca quise contárselo a mi mamá porque me daba miedo, él fue siempre violento con nosotros y a mis hermanos les pegaba”, sostiene A.F.T.A.

“En diciembre del año 2008, cuando me fui a estudiar mi carrera, tenía 18 años. Yo estaba saliendo de la ducha, sentí un ruido extraño y era él que venía ebrio. Me pidió un beso e impidió que yo saliera a vestirme porque estaba tapada con una toalla, me arrojó contra la pared para penetrarme en dos ocasiones, fue súper doliente, me tuve que volver a bañar porque comencé a sangrar”, declara la joven.

“Cuando tenía 20 años, yo estaba en mi pieza y me vio salir, me pidió un beso, se lo di súper corto pero él lo alargó, me encerró en la pieza y me puso la mano en el cuello, me desabrochó el pantalón y me penetró. Quedé estática, luego de un momento me afirmó y comenzó a penetrarme nuevamente, al terminar me dio 20 mil pesos para retirarse hacia la cocina”, relató la víctima.

CESFAM denuncia

El pasado 10 de enero del 2012 se efectuó una denuncia encabezada por el CESFAM de San Felipe, donde la muchacha ha sido asistida sicológicamente, dando cuenta de los abusos y violaciones ante la Fiscalía Local de San Felipe.

La víctima ingresó al programa ‘Salud Mental’ para un tratamiento donde relató los hechos acontecidos, manifestando haber sido abusada y violada por su padre biológico. Según las diligencias desarrolladas por dicho centro asistencial, el pasado 5 de enero de este año la Psicóloga y una Asistente Social fueron hasta el domicilio de la víctima para dar cuenta de lo sucedido a su madre, la que tuvo que prestar declaración ante el ministerio Publico el día 20 de enero pasado.

Padre confesó la violación

Según la declaración del imputado en la Policía de Investigaciones, afirmó haber violado a su hija en una oportunidad bajo los efectos del alcohol en el interior de su vivienda, detallando haber pasado por la habitación de su hija para acceder a ella carnalmente: “Al recuperar la conciencia me dio mucho miedo, al día siguiente supe lo que hice (…) pero fue una sola vez”, afirmó el imputado.

Sin embargo, con los antecedentes presentados por el Ministerio Público, la denuncia del CESFAM, la declaración de la víctima y el imputado, la Magistrado del Juzgado de Garantía de San Felipe, Rocío Oscariz Collarte, acogió la medida cautelar solicitada por la Fiscalía de prisión preventiva, por representar un peligro para la sociedad y la propia víctima, además de existir un posible peligro de fuga dada la gravedad de los delitos que se le imputan, fijándose un plazo de investigación de 100 días.

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