• Durante algunas horas cientos de sanfelipeños vivieron una aterradora experiencia al ver avanzar las llamas hacia sus hogares, mientras una gigantesca nube de humo y cenizas, visible desde todo el valle, cubría la ciudad de San Felipe y convertía el día en noche.

Tres casas totalmente consumidas por las llamas, siete personas lesionadas y el humo y la ceniza cubriendo totalmente la comuna de San Felipe y otros sectores del valle de Aconcagua, fue el saldo de un gigantesco incendio que se declaró en horas de la tarde de este miércoles.

La emergencia comenzó en horas de la tarde en el sector 21 de Mayo en San Felipe y se propagó hacia el sector norponiente de la comuna, específicamente en el sector de Las Pozas, donde el fuego consumió tres casas que fueron rápidamente alcanzadas por las llamas.

Un brazo de ese fuego, que se originó a partir de una turbulencia, disparó las llamas hacia el sector donde está ubicada la población Juan Pablo II, situación que se volvió extremadamente compleja, ya que se trata de un sector residencial muy poblado, y donde se ubica el jardín infantil Rincón de los Angelitos, que cuenta con más de cien pequeños que asisten diariamente, el que fue evacuado rápidamente por las 32 parvularias que los atienden, ya que el humo hacía imposible respirar.

Durante la tarde se vivieron momentos de bastante tensión, ya que el fuego amenazaba las viviendas, por lo que los vecinos comenzaron a abandonar las casas junto a sus hijos, literalmente con lo puesto, acompañados además por sus mascotas y quienes se quedaron en el lugar ayudados de las mangueras mojaban los techos de las viviendas, para evitar que el fuego las alcanzaran.

Aunque durante la tarde las informaciones daban cuenta de varias casas quemadas en ese sector, lo cierto es que según los datos entregados por el Superintendente de Bomberos, Julio Hardoy, en ese sector no existieron casas siniestradas, aunque por varias horas estuvieron amenazadas por las llamas, que por momentos parecían avanzar por el sector.

“En algún momento se nos amenazó el fuego, por eso se hizo un trabajo muy fuerte en el sector de Las Pozas, precisamente para evitar aquello”.

El humo reinante en el lugar hacía por momentos difícil la respiración, lo que produjo que siete personas fueran atendidas por el Samu, cinco personas menores de edad, un civil y un voluntario de bomberos, todos con diagnóstico de falta de oxígeno, a partir del denso humo que en algún momento se registró.

Todas estas personas fueron atendidas en el puesto de salud que fue ubicado en este sector.

VOLUNTARIOS

La delicada situación generó que conforme pasaban las horas y la emergencia iba aumentando, se sumaran al trabajo los voluntarios de los Cuerpos de Bomberos de Los Andes, Llay-Llay, Catemu, Putaendo, Santa María y Rinconada, es decir aproximadamente 180 voluntarios, a lo que se sumaron una cantidad importante de camiones aljibes para afrontar esta alerta roja.

“Se solicitó al señor Intendente regional vía Gobernación, la liberación de los camiones aljibes que todavía no se entregan, la Intendencia accedió a esa solicitud y es por eso que los camiones aljibes ya están en servicio circunstancialmente debido a la situación que aquí se nos ha presentado, que ha sido muy compleja”, señaló el Superintendente de Bomberos, Julio Hardoy.

Según explicó Hardoy, este tipo de emergencia, a partir de la cantidad de fuego, se generan turbulencias muy importantes, las que siguen generando una retroalimentación, lo que produce una situación muy compleja que fueron bien controladas por el personal de Bomberos.

Consultado por la posibilidad de que los voluntarios se hayan visto sobrepasados por la situación extrema que se produjo la tarde de este miércoles, el Superintendente dijo que “siempre tenemos la precaución de sobredimensionar las fuerzas para evitar aquello, es decir que cuando se necesita un carro, nosotros tenemos siempre dos, porque no tenemos una situación muy clara respecto de condicionantes que no son responsabilidad nuestra, como en este caso la temperatura muy abrupta, la calidad del combustible en cuestión y los cambios de viento, entonces siempre tenemos una situación compleja, ahora todas las emergencias son difíciles, son un tremendo desorden en algunos casos, producto de lo que es la reacción, pero que obedecen a una coordinación”.

Durante la tarde además se planteó la necesidad de contar con un helicóptero, situación que Hardoy desechó señalando que no se requería, porque “en este tipo de emergencia es poco prudente trabajar con helicóptero, porque son fuegos muy localizados, entonces es más fácil, por el tiempo y distancia, trabajarlo de infantería”.

Hasta el cierre de esta edición, la situación se mantenía controlada, ya que el fuego no continuaba avanzando y se esperaba que se mantuviera de esa manera y no aumentara, tomando en cuenta la temperatura que se podía sentir en horas del atardecer, lo que se sumaba a la presión atmosférica que presentaba ciertas variantes, a diferencia de las horas de más calor que se presentaron durante la jornada.

De todas maneras los voluntarios se mantendrían monitoreando el lugar toda la noche.

Texto: Sylvia Vergara G

Fotos: Roberto González

 

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