Tras el partido de anoche en Sausalito, en que Everton fue un justo ganador, Unión San Felipe quedó sin margen de error para la revancha del domingo.

Desde que se supo que Everton sería el rival en la promoción del Uní, en todos los entes del club aconcagüino se asumió que la tarea por conservar la categoría sería muy compleja, y fue por eso que Raúl Delgado optó por hacer una jugada desesperada y de último momento al traer de retorno a Nelson Cossio en lugar de Marchesini.

En el primer partido por esa liguilla, nuevamente se vio a un conjunto albirrojo con pocas ideas y eso se explica claramente porque este equipo carece de un jugador que administre los tiempos y que surta de balones a los delanteros, en todo caso si en el juego las cosas no variaron demasiado, por lo menos sí hubo un cambio de actitud porque se vio a un Uní más movedizo, con algo de intención, lo que da una cuota de esperanza para lo que se viene en el Municipal en seis días más.

Si el primer tiempo finalizó sin que ambos equipos se hicieran daño, solo se explica porque Everton, con su ineficacia en ofensiva perdonó al Uní Uní a lo menos en tres oportunidades en las cuales los “Ruleteros” pudieron perfectamente abrir el marcador y, por qué no, sacar ventajas decisivas en el partido y la llave.

Unión San Felipe se paró en el Sausalito con Diego Sánchez en el arco; Omar Merlo, David Fernández, Enzo Vera; Jorge Acuña, Kilian Virviescas, Enzo Núñez, Luis Valenzuela y Lihue Prichoda, en el medio, quedando en labores netamente ofensivas la intrascendente dupla conformada por Jimmy Quiroz y Ezequiel Carballo. Después ingresaron Andrade, Alecha y Peralta, que en verdad hicieron menos que Carballo, Prichoda y Quiroz, los jugadores a los que reemplazaron.

En la primera parte se vio a un conjunto albirrojo muy contenido que esperó en campo propio a los viñamarinos, algo sin lugar a dudas muy peligroso porque los evertorianos tienen una ofensiva peligrosa que para suerte del Uní, fue ineficaz, pese al dominio unilateral que mostraron durante prácticamente todo el primer tiempo, lapso en el cual dominaron a los aconcagüinos en casi todas las facetas del juego, pero en el fútbol lo que valen son los goles y no las lamentaciones.

La segunda parte del juego siguió por el mismo derrotero por lo que no fue extraño que a los 63 minutos, Adrián Rojas sacara partido de una de las pocas falencias de Diego Sánchez, un arquero que si bien es cierto ataja mucho y es muy alto, sufre mucho con el juego aéreo (las mejores oportunidades de Everton fueron por ese expediente), cosa que sucedió anoche porque el golero después de un débil manotazo le dejó servido el balón para Adrian Rojas, que ni tonto ni perezoso aprovechó la licencia y marcó el único y decisivo gol del partido.

Luego de eso el Uní, obligado por las circunstancias, adelantó un tanto sus líneas, pero pese al esfuerzo solo en una ocasión lograron inquietar a Dalsasso, que en una vistosa acción con mano cambiada desvío un potente tiro de Sergio Núñez que llevaba por destino la red.

Tras la derrota de anoche, Unión San Felipe está obligado a ganar y por dos goles de diferencia el domingo a los viñamarinos, de lo contrario, para pesar de la hinchada, las puertas del la B se le abrirán de par en par a un equipo cuyos dirigentes hicieron todo mal durante el segundo semestre del 2011.

Reclaman ante ANFP

En el aspecto reglamentario, se informó que Unión San Felipe reclamará ante la ANFP los puntos perdidos anoche debido a que en el cuadro viñamarino actuó el jugador Marcos Velásquez, quien el martes pasado había sido informado en el sitio de la ANFP como inhabilitado para actuar anoche debido a la acumulación de tarjetas amarillas, lo que según los reglamentos se castiga al equipo infractor con la pérdida de puntos.

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