Vecinos reclaman que humaredas ponen en peligro la salud de sus hijos

Estos son parte de los 125 peques del Jardín Infantil Rincón de los Angelitos, niños que están atemorizados y nerviosos ante tantas sirenas de Bomberos y salidas improvisadas de sus aulas.

Un asfixiante e insoportable calvario de contaminación ambiental es lo que varias apoderadas del Jardín Infantil Rincón de los Angelitos de Villa Juan Pablo II, denunciaron la mañana de este jueves en nuestra Sala de Redacción, son serios reclamos sobre un vecino del lugar que les estaría haciendo la vida imposible al contaminarles permanentemente todo el aire por medio de grandes humaredas provocadas por la quema de charrales en la propiedad vecina al jardín infantil.

Se trata de más problemas generados desde la misma propiedad que el miércoles 17 de octubre de 2012 se generara un gigantesco incendio que representó la destrucción total de tres viviendas y varias horas de arduo trabajo de Bomberos para controlarlo.

«ES INSOPORTABLE»

Jacqueline Lazcano, apoderada del Jardín Infantil Rincón de los Angelitos de la Juan Pablo II:

– ¿Qué es lo que les molesta con esta propiedad?

– «Lo que está sucediendo en las cercanías de nuestro jardín, es que desde hace tiempo y puntualmente este miércoles en la tarde se dio una quema de pastizales, lo que causa fuertes humaredas y que los niños deban ser evacuados del jardín, en algunos casos a los niños con asma les genera muchos problemas».

– ¿Qué ocurrió esta semana?

– «Ayer mismo cuando fui al jardín a llevar a mi hijo, noté que había otro pequeño ahogándose, entiendo que Bomberos fue a intentar controlar el problema, pero al parecer el dueño de la propiedad argumentó que ‘él es dueño de la propiedad y puede hacer lo que quiere en ella’, por lo que impidió el ingreso de Bomberos».

Por su parte, otra apoderada de ese jardín infantil, Karina Navia, aseguró a Diario El Trabajo que «debemos recordar que el año pasado hubo un gran incendio de grandes proporciones, hace tres meses hubo otra quema y cada semana tenemos este problema, la situación ya es preocupante, pues aunque reclamamos, este señor no quiere escuchar a nadie», indicó Navia.

Nuestro medio habló también con una de las educadoras de esa casita del saber, Lorena Zepeda, quien indicó a Diario El Trabajo que «el problema son los incendios de pastizales en la parte trasera de nuestro jardín, los apoderados de nuestro jardín ya están preocupados, nosotros ya comunicamos este problema a la Daem, esperamos por lo tanto alguna respuesta de las autoridades».

«NO PRENDÍ

ESE FUEGO»

La propiedad en cuestión es el Club privado de tiro-pesca y caza Aconc-Kaguak, ubicado en La Parrasía y fundado en 1998. Sobre estos reclamos nuestro medio habló con Roberto González Ahumada, propietario de los terrenos que emiten el humo, quien explicó a Diario El Trabajo que «luego que ocurriera aquel gran incendio de 2012, a mí me pidieron las autoridades y los mismo vecinos, que por favor limpiara esa propiedad y creara un cortafuegos, por lo que nuestra familia limpiamos los terrenos, lo que pasa es que ahora, como hicimos transitable la propiedad, lo que pasa es que llega gente de todas partes a tomar licor y a fumar marihuana, siendo que no puedo controlar o detener a la o las personas que estén prendiendo fuego, yo no prendí ese fuego», señaló González.

Según explicó el propietario, él más bien ha sido un ‘buen vecino’, pues asegura que ha permitido que desde el jardín infantil se descarguen aguas servidas en su propiedad para evitar que se haga un pantano la de ellos, pues también «a los vecinos les he regalado leña para sus casas, este fin de semana entraron como 70 personas y alguna de estas personas son quienes prendieron fuego, yo les he dado aviso a Bomberos, pero aquí hay que tomar en cuenta que es la municipalidad quienes han dejado su parte de esa franja sin cerrar», dijo González.

Según informó este empresario, el 10 de septiembre se estaría realizando una quema grande en su propiedad, esto para terminar para siempre con estas micro-quemas y crear en esas tierras plantaciones de alfalfa. La quema sería autorizada y controlada por las autoridades.

Roberto González Short

rgonzalez@eltrabajo.cl