Día Internacional de la Mujer:
- El recorrido fue desde la calle Santo Domingo con Yungay hasta la terraza de la Plaza de Armas.-
En el marco del Día Internacional de la Mujer, aconcagüinas se organizaron para teñir de morado las calles del centro de la ciudad. La marcha del 8M comenzó a las 19.00 horas en la Alameda Yungay frente al Liceo de Niñas, punto de encuentro que durante los últimos años reúne a las mujeres del Valle.
El recorrido fue desde la calle Santo Domingo hasta la terraza de la Plaza de Armas. Al lugar llegaron personas acompañadas por sus pañuelos, carteles, cánticos, amigas y familiares. «Todos los años tenemos presente que el 8M tenemos que hacer algo, no podemos dejar pasar el Día Internacional de la Mujer Trabajadora», menciona Catalina Parada Zúñiga, una de las coordinadoras de la marcha.
Parada opina que ese día es «un llamado a que las mujeres se organicen, a que las que viven explotación laboral, doméstica, patriarcal de todas sus formas posibles se organicen. No podemos pasar por alto un 8M.
«La gente a veces nos dicen en la calle ‘feliz día’, pero no es un feliz día, hoy estamos conmemorando, reconociendo la lucha de las mujeres por nuestros derechos, se acaba de firmar el proyecto ‘Una vida libre de violencia’. Creemos que estas organizaciones tienen frutos y si abandonamos la lucha, abandonamos el futuro».
Respecto a la gestión para la realización de esta marcha, Parada explica que «hace un par de semanas nos volvimos a activar, abrimos nuestros contactos, llamamos a nuestras amigas y ahí empezamos. Una se coordinó con la carta que la fue a dejar a la Muni, otra pidió permiso en la Delegación para los cortes de calle, otra hizo los lienzos, otra se consiguió el megáfono, otra las bandas.
«Cada una se dispone a trabajar de manera colaborativa y sin esperar nada a cambio, sólo con la convicción».
La marcha fue convocada a través de redes sociales y la difusión directa con el ‘boca a boca’: «no salimos a pegar nada a las calles porque siempre somos poquitas las que organizamos esto, entonces de repente no damos a basto con distintas estrategias de convocatoria», detalla.
Sobre el número de asistentes en contraste a los 8M anteriores, Parada expresa que «hay poquita gente en relación a otros años, pero eso también respondee a un decaimiento nacional, mundial del movimiento feminista. No sabemos las razones, yo creo que las mujeres tenemos la tarea de disponernos a pensar, a reflexionar por qué hemos bajado la convocatoria.
«De a poco empiezan a llegar más, eso es esperanzador, pero añoramos esas primeras marchas hace cinco años donde por primera vez salían tantas mujeres a la calle. Esperamos que las mujeres se organicen no solo cuando nos matan, si no que para prevenir que nos maten, como como mujeres nos organizamos para avanzar hacia una estructura social donde matar mujeres no sea normal.
«La convocatoria es chiquitita este año, pero somos las que somos, vamos a la calle igual, vamos a salir igual porque nadie nos va a achicar la calle».
A la instancia también asistió la diputada María Francisca Bello Campos, quien secundó este tipo de manifestaciones: «estamos acá para apoyar las demandas históricas de las mujeres porque han habido avances, las mujeres hoy podemos trabajar, podemos estudiar y podemos hacer cosas que antes no se podían.
«Todavía queda una larga lucha como, por ejemplo, conciliar la vida familiar y el trabajo, más salas cunas para que las mujeres podamos ir a trabajar y una cuestión indiscutible, bajar la violencia hacia las mujeres. Hoy, si bien han aumentado los femicidios frustrados y no los femicidios, las mujeres seguimos sintiendo inseguridad para salir de las calles».
La diputada también se refirió al femicidio de Michelle Silva, haciendo énfasis en la ‘no normalización’ de la violencia de género: «San Felipe sigue estando de luto por la muerte de Michelle y ese es un caso insigne que nos dice ‘salir a carretear es una cuestión peligrosa para las mujeres’, y yo creo que eso no lo podemos seguir normalizando».
Bello concluye con una reflexión frente a la lucha: «las generaciones pasadas nos han dado más libertades y nuestra herencia tiene que seguir dándole libertades a las generaciones que vienen».
Jacqueline León