
María Alejandra Amar Mena por años atendió la agencia de juegos de azar ubicada en calle Prat, entre el también extinto Autoservicio Maipú y Farmacia Prat (actual Cruz Verde) y de repente, más bien decir de la noche a la mañana, esta concurrida agencia simplemente cerró sus puertas. ¿Qué pasó?, fue siempre una incógnita.
Esta era una agencia donde más de alguno de nuestros lectores, por no decir muchos, en alguna oportunidad jugaron un Loto, Kino, etc.
Esta semana, mientras recorríamos el Mercado Municipal, divisamos a quien atendía el local en su época de funcionamiento, María Alejandra Amar y sostuvimos una conversación respecto al cierre de la agencia y otros temas.
– La vemos en el Mercado Municipal de San Felipe, pero tenía su agencia de lotería entre Autoservicio Maipú y Farmacia Cruz Verde. ¿Cómo era eso?
– Era (un negocio) familiar, después quebramos por mala administración.
– ¿Qué pasó con usted después de cerrarse el local?
– Yo me fui a Santiago a trabajar a Codelco y se enfermó mi papá, Ramón Amar Amar. Me tuve que venir.
– Iba harta gente a jugar a su local
– Sí, caían muchos premios ahí.
– Se cerró de la noche a la mañana
– Mmm (sic).
– Luego comienza otra vida
– Claro, empiezo a hacer mi vida, yo soy analista químico.
– Después la empezamos a ver caminar en las calles cuando se mantenía muy bien
– Sí, es que hacía mucho ejercicio, ahora no puedo hacerlo porque tuve que quedarme en la casa sin poder trabajar. Me tuve que operar de la columna y cadera.
Además, menciona que extraña su trabajo en la agencia, «porque se echa de menos el trabajo».
– Pero, es que era muy popular esa agencia que tenía usted
– Sí.
– ¿Qué más le gustaría contar de su vida?
– Nada más.
– ¿Hoy en día cómo está?
– Bien, salgo a caminar, voy donde las amigas.
– ¿Alguna vez pensó volver a ese trabajo?
– No, tengo plata.
– Cuando usted habla de mala administración, ¿a qué se refiere?
– Todos nos metíamos en la plata.
– ¿Qué reflexión final puede hacer usted y contar a la gente?
– Que hay que saber administrar los negocios, el patrimonio familiar, más de 30 años.
– En lo personal, ¿casada, divorciada, hijos?
– Tengo un hijo, es ingeniero comercial.
– Usted, ¿analista químico?
– Claro.
– Queremos dejar bien en claro que estamos haciendo esta nota para Diario El Trabajo, ¿la autoriza usted?
– Sí, para que sepa la gente que uno tiene problemas, que no anda feliz por la vida.
– ¿Qué más agregar?
– Nada más.
