- En la zona son alrededor de 30 niños por año que nacen con dificultades, los que son ayudados por el equipo de Neonatología.-
El pasado 18 de abril el Servicio de Neonatología del Hospital San Camilo celebró 30 años tratando a recién nacidos y prematuros, otorgando el apoyo médico, pero también emocional necesario a los padres desde abril de 1994.
Diario El Trabajo se acercó a las inmediaciones y entrevistó al Dr. Gustavo Espinosa Vergara, cardiólogo pediatra y uno de los pioneros de la unidad, quien narró la historia del Servicio de Neonatología, indicando que es el primer servicio complejo de la historia del hospital, que va ligado a la reconstrucción del San Camilo en el gobierno de Aylwin.
Por aquel entonces toda la cardiología pediátrica se resolvía quirúrgicamente en Santiago, pero al reconstruir el hospital «se consideró el primer servicio complejo de Neonatología, porque ya se había hecho todo el trabajo previo. Tuvimos que ir a elegir los equipos a Santiago, viajaba una vez a la semana al Ministerio, elegimos todo el equipo y teníamos la posibilidad de elegir los equipos más top porque había dinero para ello».
Posteriormente se escogió con sumo cuidado al personal, médicos y matronas de distintos puntos del país, iniciando el servicio «un año antes que la UTI de adultos porque se daban las condiciones, había alguien que tenía el conocimiento, por lo que se dio la seguridad para partir como una unidad compleja. Con el tiempo nos ganamos la confianza del Hospital Van Buren y comenzamos a derivar pacientes, cosa que fue histórica porque nosotros siempre derivábamos, entonces que ellos nos mandaran pacientes fue un reforzamiento de que lo estábamos haciendo bien. (…) Ha sido una tremenda dedicación, a eso se debe el éxito y el resultado que hemos tenido, que disminuyó la mortalidad general tremendamente. Uno puede ver con orgullo hoy día, niños que pesaron 800 gramos, 200 gramos que están en la universidad, que son gente que tiene una vida absolutamente normal.
«Otra cosa importante es que este servicio, cuando partió, exigía laboratorio las 24 horas y radio las 24 horas, eso hizo que todo el hospital funcionara así, las 24 horas, urgencia y todo el resto de los servicios también, entonces Neonatología sirvió para mejorar otras cosas del resto del hospital inicialmente».
– ¿Cuáles fueron las dificultades?
– El desafío es que había que desarrollar muchas cosas. La ventaja es que tenía el conocimiento y la disposición de sacar adelante esto. Así que bueno, era un hospital bastante básico. No había atención primaria y secundaria, así que la primera tarea fue conseguir horas para atención intrahospitalaria, lo que fue una lucha importante porque aquí no está el concepto de que un médico se pueda dedicar a los pacientes dentro de la hospitalización. En ese tiempo uno atendía a los pacientes hasta las 10 de la mañana y después nos íbamos todos a la atención abierta, primaria de hoy día. Entonces los niños que quedaban hospitalizados los veía la enfermera o la auxiliar y cuando algo pasaba llamaban al médico de turno de la urgencia, habitualmente médicos generales. (…) Tuvimos que demostrar que los niños se morían dentro del hospital no porque no tenían la atención de urgencia, sino porque no había médico que los viera el resto del día.
– ¿Cuáles son las funciones que se realizan?
– Atender a todos los niños recién nacidos con patología, en especial a los prematuros, o sea, aquellos que nacen antes de tiempo, por lo que tienen inmaduro todo: cerebro, corazón, pulmones, riñones. Yo siempre les digo a las mamás: «mire su niño no está hecho para vivir. Le faltaron 10 semanas, 70 días para que su niño sea capaz de poder autovalerse». Esos niños, por distintas razones, nacen antes y lo que nosotros hacemos es apoyarlos para que sean capaces de soportar este tiempo mientras maduran.
– ¿Cuál es la importancia del Servicio de Neonatología para los padres aconcagüinos?
– Si usted tuviera un niñito que por alguna razón nace antes del tiempo. Ese niño no tiene buena posibilidad de subsistir sin los cuidados de este servicio, y un hijo para un ser humano es lo más importante que existe, uno se juega por ello. Lo que nosotros hacemos es acompañar a sus papás para que ese hijo que nació antes llegue a ser una persona lo más normal posible y que ellos lo puedan después tener en su casa, que pueda ir al colegio, que pueda hacer una vida, eso es para los prematuros. Pero también si nace, por ejemplo, con una cardiopatía congénita, muchos mueren si no se operan, es la obligación de nosotros hacer el diagnóstico, comunicarlo, manejarlo y mandarlos a Santiago para que se puedan operar en el momento oportuno, que haya que hacer un seguimiento posterior si lo necesita.
Jacqueline León