- La institución conmemora ocho décadas dedicadas a investigar, preservar y difundir la historia local, labor que ha impulsado publicaciones, excavaciones arqueológicas y el desarrollo del Museo Histórico de San Felipe.-
La Sociedad de Historia y Arqueología de Aconcagua celebró su aniversario número 80, reafirmando su rol como una de las instituciones culturales más antiguas y activas de la provincia. Fundada el 7 de diciembre de 1945 en la sede del Club Aconcagua de Santiago, su propósito inicial fue claro desde el comienzo: preservar, investigar y difundir la historia y el patrimonio arqueológico del Valle de Aconcagua.
Con el paso de los años, la Sociedad se convirtió en un referente regional, impulsando la edición de libros, boletines, charlas, investigaciones, exposiciones y proyectos de recuperación patrimonial. Muchos de estos trabajos fueron pioneros en el estudio del pasado prehispánico y colonial del valle.
Durante sus primeras décadas, la mayoría de sus socios eran investigadores radicados en Santiago. Sin embargo, en 1949 la organización se trasladó a su sede en San Felipe, consolidándose como un espacio netamente aconcagüino, reuniendo a docentes, historiadores, profesionales y vecinos. Entre ellos destacaron figuras como Carlos Keller, Juan Luis Espejo, Bernardo Cruz Adler y Guillermo Echeverría Moorhouse, además de investigadores dedicados a la historia local como Horacio Aránguiz Donoso, Benjamín Olivares Corvera, Sergio Jara Catalán y Adela Cubillos Meza, entre otros.
A lo largo de su historia, la Sociedad ha jugado un rol determinante en el fortalecimiento del Museo Histórico de San Felipe, cuando impulsó la difusión de sus colecciones y colaboró con diversas excavaciones arqueológicas. Entre ellas figuran los trabajos dirigidos por el arqueólogo Lautaro Núñez, el profesor Mario Orellana y el Dr. Bernardo Berdichewsky, en el sector de Bellavista, donde se recuperaron piezas y vestigios del pasado precolombino del valle.
Gran parte del material hoy conservado en el Museo fue gestionado gracias a la participación activa de los socios, cuyos esfuerzos permitieron preservar objetos que de otro modo habrían desaparecido.
Durante estas ocho décadas, la institución ha pasado por diversas sedes: primero en dependencias del Regimiento Yungay, luego en un inmueble de Avenida Riquelme, más tarde en la Biblioteca Municipal y posteriormente en un archivo ubicado junto al Mercado Municipal de San Felipe.
Un hito importante ocurrió en 2005, cuando la municipalidad facilitó la casa que hoy ocupa el museo, gestión impulsada por el socio Sergio Jara. Ese mismo año, la Sociedad recibió en comodato la valiosa colección Aravena Williams, compuesta por mobiliario, libros, obras pictóricas y artes decorativas.
Desde mediados del siglo XX, la Sociedad de Historia y Arqueología ha impulsado una sólida línea editorial, publicando obras fundamentales para la comprensión del pasado local. Entre ellas destacan Historia de Curimón y su Convento de San Francisco, de Carlos Keller; Sanfelipe: recuerdos, sitios, escenas y personajes, de Guillermo Robles; y Michimalonco, Pedro de Valdivia y el nacimiento del pueblo chileno, también de Keller.
Estas publicaciones, junto a numerosas revistas y boletines, han permitido poner al alcance de la comunidad investigaciones que antes permanecían inéditas.
Hoy, la Sociedad está integrada por un equipo diverso que continúa impulsando charlas, talleres, investigaciones y actividades educativas. Cuenta con 60 socios, y su directorio está compuesto por: Adela Cubillos Meza, presidenta e integrante desde 1990; Patricia Alderete Valladares, secretaria; Nicolás Barrera Ortiz, integrante desde 2018, miembro del directorio y tesorero; Pedro del Real Cabrera y Francesca Bonati Paganini, directores; Cristián Mujica Escudero y Jaime Lepe Fernández, directores suplentes; y Sergio Jara Catalán, director honorario vitalicio, miembro desde 1973 y expresidente en varias oportunidades.
En cuanto a la proyección futura, desde la Sociedad señalaron que uno de los principales desafíos es conseguir una propiedad definitiva para el Museo Histórico, ya que actualmente funciona en una casa arrendada por la municipalidad. A ello se suma la intención de mantener y ampliar las actividades culturales, fortalecer las exposiciones y colecciones, y seguir desarrollando investigaciones y talleres que acerquen la historia del valle a nuevas generaciones.
Con ocho décadas de trayectoria, la Sociedad de Historia y Arqueología de Aconcagua continúa siendo un pilar en la protección del patrimonio material e inmaterial del valle. Su labor ha permitido que generaciones de estudiantes, vecinos y especialistas se acerquen a la riqueza cultural del territorio, consolidando un legado que hoy forma parte esencial de la identidad sanfelipeña y aconcagüina.
