- Frente a la descompensación de la escolar, la institución educativa siguió su protocolo interno establecido.-
El pasado miércoles, en la Escuela Bernardo O’Higgins, dos funcionarias del establecimiento educacional fueron agredidas por una alumna con trastorno del espectro autista (TEA) de séptimo año básico.
La situación se originó dentro de la sala de clases, cuando la profesora pidió orden y silencio, a lo que la estudiante se acercó a la docente para golpearla, sufriendo más tarde una descompensación.
Mientras la escolar se encontraba agrediendo a la docente, la educadora intentó solicitar ayuda, a lo que llegó al lugar una trabajadora social para intentar controlar la situación, sin embargo, esta también fue golpeada.
Ante los hechos presentados, Carabineros se presentó en el recinto educativo para tomar el procedimiento. La estudiante fue llevada al Hospital San Camilo y las funcionarias fueron a constatar lesiones a una Mutual.
A causa de lo sucedido, la institución escolar activó el protocolo de ‘agresión al profesorado o asistentes’ que se encuentra establecido en su Reglamento de Convivencia Escolar 2024, el cual señala que «ante cualquier posible agresión al personal se debe mantener la calma, tratar de contener la situación y, en último extremo, responder exclusivamente mediante el empleo de medios de legítima defensa y solicitar ayuda. El auxilio y presencia de los compañeros o compañeras u otras personas cercanas, servirá en un primer momento para contener y/o acabar con la situación de violencia, además de que puedan actuar como testigos de los hechos si ello fuera preciso».
No obstante, debido a la gravedad de la situación, se tuvieron que aplicar las ‘medidas de urgencias’, que indican, «en el caso de que, a pesar de los intentos de disuadir al agresor o agresores, la situación de violencia persista, se pasará a reclamar ayuda inmediata a Carabineros. Si fuera necesario, éste se dirigirá a urgencias del Hospital para ser atendido y constatar lesiones acompañado de algún miembro de la Escuela».
La acción de violencia contra profesores en el establecimiento en cuestión es considerada como una falta gravísima, y el agredido puede realizar las denuncias de los hechos si lo considera oportuno, ante las instituciones competentes.
La directora del recinto educativo, Paula Cabello, explicó lo acontecido. «La alumna tuvo una descompensación, vino la mamá a apoyarnos, se activaron los protocolos y está con la atención correspondiente».
Sobre las funcionarias, mencionó que «tal como señala el reglamento interno, ellas asisten a la Mutual, se les da el apoyo y ahora las están apoyando psicosocialmente. Todas las escuelas tienen un reglamento interno y ese reglamento está normado por el Ministerio de Educación y se siguen los pasos de acuerdo al reglamento, mayor información no te puedo dar.
«También hemos recibido mucho apoyo del DAEM (Departamento de Administración de la Educación Municipal), quienes siempre han estado súper preocupados de nosotros y de todas las escuelas», cerró.
Finalmente, cabe mencionar que días atrás, antes de lo expuesto en esta noticia, otra circunstancia parecida se vivió en el establecimiento. Un alumno quien también es TEA de primer año básico, arremetió contra su maestra y algunos compañeros lanzando sillas y mesas. Frente a ello, también se siguió el protocolo establecido.
N de la R.- Ante este grave caso de agresión de una menor de edad con condición del espectro autista, a dos profesionales de la educación, Diario El Trabajo cree necesario destacar las preguntas que aquí se deben formular. ¿Por qué sucede esto? ¿Dos casos pueden considerarse como ‘casos aislados’? ¿Están los protocolos cumpliendo realmente con las necesidades de la comunidad escolar? ¿Existe real capacitación en los involucrados en el proceso? ¿En qué se está fallando? Acá evidentemente hay un problema que como sociedad debemos resolver, y es nuestro deber, como medio de comunicación, poner en la palestra temas de tanta importancia como este.