Para poder cumplir de buena manera en la misión por dejar el equipo en la serie B del fútbol profesional chileno, Unión San Felipe debe reforzar con hombres de probada experiencia los puestos claves.
Uno de esos lugares es el arco, el que hace un buen rato se ha convertido en un problema sin solución para los sanfelipeños. Es por lo mismo que ahora los dirigentes decidieron poner sus fichas en un hombre de probado recorrido como lo es Paulo Garcés, quien en su ya larga carrera profesional ha custodiado los pórticos de Universidad Católica, Universidad de Chile y Colo Colo, además de haber integrado el plantel que logró la primera Copa América para Chile.
Estos antecedentes hablan a las claras que, sobre Garcés, descansarán parte de las ilusiones para sostener la categoría. «No dudé un minuto cuando me llamaron. Siento que tengo las condiciones y capacidad para asumir un desafío de estas características. Los tiempos de Dios son perfectos, y eso yo lo comprobé, porque inmediatamente cuando salí de Valdivia, me llamaron de Unión San Felipe», declaró el jugador.
Cuando se ha tenido una carrera que puede catalogarse como exitosa, no deja de llamar la atención que Garcés haya optado por este desafío tan complejo. «Es cierto que es difícil, pero al mismo tiempo es una oportunidad. No hay otra forma de mirar esto, porque siento que está la posibilidad real de hacer algo distinto. La situación es compleja, pero hay que verlo como la opción de hacer algo maravilloso, es por eso que deberemos tener mucha ambición para ir para adelante. En el fútbol no hay nada imposible», afirmó.
Es indudable que, por su trayectoria, muchas, por no decir todas las miradas recaerán en el campeón de América, situación que en ningún caso le incomoda. «Es obvio que será así, y los que llegamos sabemos que eso pasará. En lo personal estoy muy tranquilo porque hay una base que viene trabajando hace un buen tiempo. En mi carrera, con todos sus altos y bajos, soy un agradecido de lo que me ha dado el fútbol, y creo esto es lo que me faltaba. Me siento bendecido por venir a San Felipe», culminó.