- Este abono natural debiera ser inofensivo para la comunidad si es utilizado dentro de 15 días desde su salida del criadero.
Las redes sociales se han transformado en el libro de reclamos informal que la comunidad utiliza para manifestar sus quejas respecto algunas situaciones que los incomodan, afectan su entorno y/o deterioran su calidad de vida. Los aconcagüinos particularmente, expresan su molestia a través de estos medios, sin embargo, no continúan con las instancias formales que les permitan darle una solución definitiva a la problemática que atraviesan.
Es el caso de lo que ocurrió hace un par de semanas con los restos de animales que continuaban apareciendo a orillas del Río Putaendo en el sector 21 de Mayo, cuya denuncia nunca llegó a ser formalizada a la autoridad sanitaria, y es lo que está sucediendo ahora con los vecinos de algunas comunas como Llay Llay, Catemu y San Esteban, que según han declarado a través de Facebook y Twitter están padeciendo malos olores provocados por la utilización de guano como abono agrícola.
Ante esta situación, Diario El Trabajo se acercó a consultar al organismo competente si existía alguna denuncia formal de esta situación y qué tipo de fiscalizaciones se pueden realizar al respecto. Fue así como la Jefa subrogante de la Oficina Biprovincial de la Seremi de Salud, Claudia Abarca Cataldo, aseguró que, por el momento la denuncia se mantiene en un estado informal y que ante esto no existen procedimientos sanitarios en desarrollo.
«Hasta hoy todo lo que sabemos de la situación del guano es a través de las redes sociales y en base a eso nosotros no tenemos un plan de fiscalización al respecto, sólo actuamos con denuncias formales, por lo tanto, en este minuto no tenemos ingresada ninguna, ni tampoco algún sumario sanitario».
En relación a cuál es el proceso correcto para la utilización de guano como abono natural, la químico farmacéutica afirmó que «el guano en sí es muy nutritivo para la tierra, por lo general debe ser de procedencia de la crianza de pollos broiler y de pavos, no es una amenaza sanitaria, es totalmente inocuo si tiene un buen manejo, que tiene que ver principalmente con su almacenamiento. Éste se debe realizar por menos de 15 días antes de su aplicación, a no menos de 50 metros de escuelas, consultorios, hospitales o este tipo de lugares de cuidado especial, ni tampoco a menos de 15 metros. de algún afluente de agua o lugar de acumulación del recurso», explicó.
La profesional añadió que cuando no se cumple alguna de estas condiciones, sí se necesita una autorización sanitaria para su utilización, esto con el fin de analizar el producto y si es necesario rebajar su carga bacteriana a través de la aplicación de cal y de esta forma evitar la emanación de olores o vectores que pueden generar algún problema a la salud de las personas.
Respecto de cuáles son los mecanismos a disposición de la comunidad para denunciar este tipo de situaciones, Abarca afirmó que el camino es mucho más expedito e lo que el público se imagina.
«A través de la plataforma OIRS de la Seremi de salud o directamente en cualquiera de nuestras oficinas de Llay Llay, San Felipe, Los Andes, pueden hacer las denuncias para indicarnos mejor las coordenadas del sitio en conflicto, pero no es un tema que nosotros tengamos en nuestro plan de fiscalización, ya que insisto es inocuo para la población, tiene una cantidad de gérmenes pequeñita, pero si se produce alguna proliferación de olores o moscas, eso sí ya es un problema para nosotros», replicó.
Como que no….si hay estudios que avalan el efecto invernadero en las zonas que ocupan este tipo de abono……pq en el Valle del Aconcagua pasa esto.