Jeanette Carrasco Marchant no ha logrado conseguir la Resolución Sanitaria que le permita usar carro que compró con recursos de Fosis.

Jeanette Carrasco Marchant no ha logrado conseguir la Resolución Sanitaria que le permita usar carro que compró con recursos de Fosis.

  • Con ayuda del Fosis invirtió cerca de $700 mil para mejorar su negocio: Desde la Autoridad Sanitaria aseguran que no es una condición vinculante el hecho de obtener beneficios del Estado, para conseguir de forma automática la RS.

Jeanette Carrasco Marchant vive en el sector de Rinconada de Silva en la comuna de Putaendo. Es una mujer emprendedora que trabaja arduamente para sostener económicamente a su familia. Se desempeña en el rubro del comercio y la alimentación, y esperanzada en poder mejorar las condiciones de su negocio, el año 2016 postuló a un proyecto del Fondo de Solidaridad e Inversión Social, Fosis, a través del cual obtuvo un importante aporte para adquirir un nuevo carro para la venta de sopaipillas y empanadas fritas.
Las buenas noticias llegarían hasta ahí, puesto que, al momento de solicitar la autorización de la Oficina Aconcagua de la Seremi de Salud, la entidad le negó el permiso para el funcionamiento del carrito de la señora Jeannette.
“Si Fosis a uno le otorga un proyecto, es porque estoy en el 40% más vulnerable de este país, no es porque tenga plata, el carro lo compré el 15 de marzo y la semana pasada, cuando fui a pedir la Resolución Sanitaria (RS), no me la dieron porque aseguran que ahora tiene que ser un carro cerrado, una especie de ‘combi’, el cual el más barato cuesta como 2 millones de pesos”, expresó la vecina de Putaendo.
Respecto de las características que posee el carro adquirido, Carrasco detalló que “es completamente galvanizado, trae el fogón para freír, lavamanos, estanque, es decir, cumple con todas las características para que los productos entregados sean salubres y no perjudiquen la salud de las personas. Lo compré en Santiago con un costo de 590 mil pesos, más los costos de traslado, es una una inversión cercana a los 700 mil pesos”, describió.
Según cuenta la usuaria del Fosis, el aporte que le brindó la entidad gubernamental fue de 460 mil pesos, dinero que se perderá si es que no consigue la RS. “Yo quiero trabajar legal, quiero tener patente, iniciación de actividades, porque quiero producir… yo digo para qué el Gobierno invierte miles de millones de pesos para que uno se adjudique un subsidio… es plata perdida”, enfatizó Carrasco, asegurando que además de ella, existen otras mujeres en el Valle de Aconcagua que están pasando por una situación similar.
La queja de Carrasco es que en otras ciudades sí se otorga la autorización para el funcionamiento de este tipo de comercio ambulante, poniendo como ejemplo el caso de Santiago, donde según dijo, “el año 2015 me parece, el Fosis adjudicó cerca de 100 carros con Resolución Sanitaria”, planteó.
“Yo quiero que las autoridades nos ayuden, porque yo no soy la única mujer de Aconcagua que está en esta situación, somos un montón de mujeres que tenemos estos carros… todos tenemos derecho a comer, a tener un ingreso, pero uno se pregunta por qué no fiscalizan a las personas que venden con un carro de supermercado”, expuso.
Diario El Trabajo quiso conocer la versión de la Autoridad Sanitaria y se contactó con Mario Méndez, Jefe de la Oficina Aconcagua de la Seremi de Salud, para saber cuáles son los argumentos por los cuales se habría rechazado el funcionamiento de este negocio particular.
De acuerdo a lo que explicó el profesional, “no es vinculante el que se otorguen ciertos beneficios, con las escalas que tienen las resoluciones sanitarias y los carros tienen ciertas exigencias a cumplir”, explicó Méndez, aclarando que la decisión no es personal ni de gestión específica, sino que está fundamentada en el Reglamento Sanitario de alimentos y “va a depender del tipo de alimentos que quiera vender o elaborar al interior del carro”, afirmó la autoridad.
Asimismo, el facultativito aseguró que la Sra. Jeanette debe buscar las alternativas necesarias como para poder hacer uso de su carro. Por ejemplo, Méndez planteó la posibilidad de conseguir la RS para elaborar sus productos en su domicilio o comprarlos directamente desde una fábrica autorizada, de manera tal de poder vender los productos en el carro, siempre y cuando éste cumpla con las características necesarias para la correcta preservación de los alimentos a vender.

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Con ayuda del Fosis invirtió cerca de $700 mil para mejorar su negocio: Desde la Autoridad Sanitaria aseguran que no es una condición vinculante el hecho de obtener beneficios del Estado, para conseguir de forma automática la RS. Jeanette Carrasco Marchant vive en el sector de Rinconada de Silva en...