La joven Daniela aún se encuentra afectada por la situación y señala que de haberla hospitalizado, el desenlace podría haber sido distinto.

Casi dos meses de embarazo tenía Daniela Cisternas Magna, una joven de 25 años, cuando la madrugada del viernes recién pasado despertó sangrando y fue llevada por su pareja de urgencia hasta el Hospital San Camilo para conocer la gravedad de la situación.

Llegaron hasta el centro asistencial alrededor de las siete de la mañana, según comenta. Ingresó y fue atendida por una enfermera, quien le tomó la presión y luego la revisó un Paramédico, quien le habría hecho una ecografía para conocer el estado del feto que llevaba en su vientre.

Posteriormente fue atendida por el Doctor de Turno en el Servicio de Obstetricia, minutos después de las ocho de la mañana, quien nuevamente le practicó una ecografía, señalándole que el bebé se encontraba en buenas condiciones. Incluso Daniela señala pudo escuchar los latidos de su pequeño corazón.

“Llegué faltando diez para las siete, entré, una enfermera ahí me tomó la presión y después me atendió el Paramédico; ahí me hizo una Ultra-vaginal viéndome el feto, ya después me dijo ‘el Doctor López te va atender’, él llegó a las ocho y cuarto (Dr. López) a atenderme, me hizo la Ultra-vaginal nuevamente, me vio el feto y me dijo que estaba bien mi guagua”, señaló Cisternas.

“Tienes que arreglarte y compra esta receta que tienes que tomártela en la noche vía oral y cuando dejes de sangrar, vía vaginal, y de ahí me mandó para la casa, sangrando mucho y con dolores”, aseguró a Diario El Trabajo Daniela.

Tres horas después, Daniela fue encontrada por su esposo inconsciente en un pozo de sangre en el baño de su casa, por lo que nuevamente fue trasladada hasta el Servicio de Urgencia, siendo atendida en esta oportunidad por el ‘Doctor Ramírez’, otro médico, quien le informó que su bebé había fallecido.

“Me dio pena e impotencia, porque pudo haberse salvado si me hubieran dejado en la mañana hospitalizada”, agregó la joven mujer.

Daniel Cisternas esperaba la llegada de su segundo nieto, por ello, ante esta pérdida señalan estar profundamente afectados, mientras que asegura estar ya en trámites para llevar este asunto hasta la justicia.

 

EXPLICACIONES SOLO A FAMILIARES

Ante esa situación Daniela comenzó a reclamar, pero el Especialista le dijo que no hablaría con ella sino que con alguno de sus parientes.

“Dijo que iba a hablar con parientes míos, papá, mamá o marido, pero con nadie más, y de ahí me pusieron una inyección para los dolores y me mandaron para la casa de vuelta”, afirmó la mujer a nuestro medio.

Esta joven lamenta la situación y la califica como falta de interés del médico que la atendió, ya que le dio la impresión que debía entregar el turno, debido a que, según dice, se demoró sólo 15 minutos en revisarla y le entregó las instrucciones al Paramédico para que las transmitiera a Daniela. “Cuando salí del baño ya se había ido, no me dijo ni por qué estaba sangrando, ni por qué había ocurrido todo lo que había pasado”.

La familia de Daniela está profundamente afectada, especialmente el padre de Daniela, quien esperaba ilusionado la llegada de su segundo nieto.

“Yo no sé qué piensan los médicos, están pensando en llenarse los bolsillos con plata, que dejan tirados a los pacientes y van a atender las consultas que tienen de apoyo. Yo creo que deberían tener más apoyo para los pacientes que llegan al hospital, porque me di cuenta que había mucha gente tirada ahí y adentro los enfermeros, los paramédicos que atienden, dándose vueltas adentro y no atienden”, señaló Daniel Cisternas. Daniel espera que la Dirección del Hospital ponga más atención en este tipo de situaciones para que no se vuelvan a repetir.

INCOMPATIBLE CON LA VIDA

En tanto, luego de revisar los procedimientos y conversado con los involucrados, el Hospital San Camilo entregó la siguiente información:

“Dentro de la primera atención, se constata que pese al sangrado, el embrión de un mes y medio estaba en buenas condiciones, por lo que no era necesaria la hospitalización, ya que el tratamiento para la paciente era reposo y progesterona en altas dosis, que es lo que contiene el medicamento que le recetaron. Lamentablemente, en el segundo control sí se constata un aborto, situación que a esta altura del embarazo es impredecible y tampoco se hubiera podido evitar con la hospitalización, debido a que el feto era incompatible con la vida, pues el tratamiento dentro del hospital es el mismo que se le indicó para su casa. Cabe destacar que este tipo de sangramiento nunca se han hospitalizado, por todo lo mencionado anteriormente”.

Por último, el Dr. Héctor Orellana, Jefe del Servicio de Gíneco-Obstetricia, aseguró comprender la frustración de la madre, por lo que no dudó en ofrecerle la posibilidad de explicarle en detalle por qué suceden este tipo de abortos y lo inevitable de sus resultados, a manera de responder todas las dudas propias de una paciente en estas circunstancias.

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