‘Mano firme’ asegura estar implementando Monseñor Cristian Contreras en su diócesis, pues aunque los sacerdotes suspendidos de sus cargos le aseguraron ‘ser inocentes’, él seguirá adelante con la investigación.

Roberto González Short – rgonzalez@eltrabajo.cl

Mucho es lo que se ha dicho durante los pasados meses en relación a los actos humanos protagonizados por sacerdotes de la Iglesia Católica en Chile y también en Aconcagua. Mucho también es el dolor que esas acciones de religiosos han provocado en personas que, viendo en ellos y su investidura eclesiástica a un ‘Hombre Sagrado’, se acercaron amigablemente al círculo religioso de la ‘Madre Iglesia’.

Como reseña puntual de esta crisis de la Iglesia, podríamos señalar la sentencia impuesta por un Tribunal en Lo Penal a Francisco Valenzuela, ex sacerdote destacado en Putaendo que fue condenado a 15 años y un día de Presidio Efectivo y al pago de diez millones de pesos por Violación y Abuso Sexual Reiterado en contra de una menor de edad.

Semanas después se hicieron públicas algunas denuncias contra otros dos clérigos en relación a supuestos abusos sexuales perpetrados por dos de ellos en Andacollo y Los Andes. Así las cosas, algunos sanfelipeños comentaban en redes sociales de Internet que «El Obispo Cristian Contreras no daba la cara sobre estos escándalos». Diario El Trabajo habló en Exclusiva con Monseñor Contreras con miras a conocer cuál es la postura del Obispado.

– ¿Sabía usted que algunos piensan que usted ‘no ha dado la cara’ en relación a estos escándalos?

– «Que el Obispo ‘no haya dado la cara’ es falso, dada la situación que hemos vivido, la diócesis ha hecho una declaración señalando los procedimientos que ella realiza cuando conoce una denuncia», respondió Contreras.

– ¿Qué opina usted del sacerdocio y de las víctimas implicadas en estas denuncias contra los curas?

– «Hemos vivido momentos muy duros, muy difíciles porque las denuncias en contra de sacerdotes hieren al sacerdocio mismo, hieren la sensibilidad del pueblo de Dios y por supuesto que hieren a las supuestas víctimas y nosotros queremos también defender también a las víctimas, esa es nuestra misión fundamental (…) tenemos que preocuparnos de lo que pasa con los niños» señaló el Obispo.

– ¿Sobre las nuevas denuncias a otros curas qué opina usted?

«Lo que ocurre es que estas denuncias se toman muchas veces como si las cosas ya fueran ciertas, entonces una denuncia pasa a ser como ‘la verdad’ y es solo una denuncia, lo que la Iglesia hace cuando se formula una denuncia es iniciar un proceso de investigación y en todos los casos que se han presentado, este obispo (él mismo) ha removido al sacerdote de la parroquia y se le ha restringido el ejercicio de su ministerio, por lo tanto aquí, cuando la gente dice que ‘la Iglesia esconde la situación’, eso es falso porque si alguna vez ocurrió, ocurrió, pero no es lo que está ocurriendo hoy», afirma Monseñor Contreras serenamente.

– ¿Por qué la Iglesia no actuó a tiempo en el caso del ‘Cura Pancho’?

– «En el caso de Francisco Valenzuela ocurrió realmente una situación hace veinte y tantos años, yo no estaba acá y por lo tanto tal vez no se procedió en ese momento como se debió haber procedido», reconoció el religioso.

– ¿Por qué es que se escucha y lee en los medios tantos casos similares en tantas partes de Chile?

– «Usted no puede condenar a alguien porque ‘escuchó algo’, porque si así fuera, entonces tendríamos que estar todos en la cárcel, todos los seres humanos y no los curas porque las calumnias, los comentarios y las murmuraciones generan daño», explica Cristian Contreras.

– ¿Qué está haciendo la Iglesia para evitar más abusos contra niños dentro de la misma?

– «La Iglesia está apuntando mucho más a la selección de los Ingresos al seminario, estamos dando un seguimiento mucho mayor y más profundo de los seminaristas y también una mayor cercanía a los sacerdotes, porque a veces ellos viven muy solos y entonces se requiere de un mayor acompañamiento eclesial y sobre todo sacerdotal», afirmó el jerarca provincial de la Iglesia Católica.

– ¿La confesión a niñas y niños en lugares privados es conveniente?

«Si alguien me pide a mi Confesión le diré ‘vamos al confesionario, ahora, si usted quiere que la confiese en la banca de la Catedral yo no tengo ningún problema’ porque yo no me voy a esconder, y si alguien quiere que lo confiese caminando por el claustro de la Catedral pues así lo voy a confesar», apunta el Obispo.

– Pero muchas cosas pueden ocurrir en un lugar cerrado en relación con abusos sexuales a niñas y jovencitos. ¿Qué recomienda usted a los curas para evitar esos riesgos para ambas partes?

– «Bueno, lo que uno pide para que la gente esté más tranquila, y es que es triste decirlo pero hay que decirlo, pues es que los sacerdotes no confiesen en la Sacristía, que no confiesen en una pieza cerrada, que confiesen en una pieza pero con la ventana abierta con la puerta abierta» anunció Contreras a Diario El Trabajo.

– ¿Qué tanto ‘cariño’ puede un sacerdote expresar a un infante?

– «Nosotros no nos vamos a estar escondiendo ni trastocando el ejercicio de nuestro ministerio porque algunos se equivocaron. ¿Que porque alguno se equivocó, yo no le voy a dar un beso en la frente a un niño de cinco años? ¿No voy a abrazar a un chiquillo de doce años? ¿Por qué me voy a castrar afectiva y pastoralmente? Eso para mi no tiene explicación, cuando hay transparencia no hay miedo y cuando uno obra bien no tiene que andarse escondiendo de nada».

– Nuevamente la Prensa manejamos nombres y apellidos en relación a nuevos casos de curas supuestamente implicados en Abusos Sexuales contra personas cercanas a ellos. ¿Qué está haciendo usted en estos casos?

– «El párroco de Los Andes, Humberto Henríquez y el de Andacollo, Raúl Inostroza, en esos casos o en cualquier otro que se haya presentado, lo primero que el Obispo hace es iniciar una investigación preliminar, esto no quiere decir que damos por sentada la culpabilidad del sacerdote».

– ¿Solo están siendo ‘investigados’ o usted les ha implementado alguna disciplina?

– «He sacado al sacerdote de la parroquia, le he restringido el ejercicio de su ministerio sacerdotal hasta que se termine la investigación preliminar y de allí se valoren las pruebas y se ve si se inicia o no un Proceso Penal en contra de los acusados».

– ¿Estos sacerdotes le han explicado a usted si son inocentes o no de esos supuestos abusos sexuales?

– «Por supuesto que ellos me han dicho que son inocentes, pero de todas maneras yo tuve que iniciar una investigación».

– ¿Qué hará la Iglesia para recuperar a tantos católicos heridos que, en algunos casos, ya han dejado de asistir a misa por esta clase de escándalos dentro de la Iglesia Católica?

– «Tenemos que salir al encuentro del hermano que está herido y que se ha ido de la iglesia y tenemos que hacerlo con mucha humildad, reconociendo nuestros pecados, nuestras limitaciones, además recordándose que el sacerdote es un instrumento de Dios y no es Dios, si alguien me dice que dejó la fe porque un sacerdote no fue consecuente con lo que él predicaba, entonces esa persona se equivocó, porque dejar la fe es dejar a Dios».

Hace once meses (26 de abril 2011) la Iglesia dio a conocer el Protocolo de Convivencia para prevenir abusos sexuales en la Iglesia, y también la creación del Consejo Nacional de la Conferencia Episcopal, para la Prevención de Abusos contra Menores y Acompañamiento de Víctimas. Desde ese día las denuncias que se realizaran contra religiosos serían manejadas con un procedimiento especial. Ese mismo día se dio a conocer la lista de quienes no ejercen el ministerio por acusaciones de abusos contra menores. La lista entregada por la Conferencia Episcopal se divide en dos partes: los clérigos condenados en la justicia penal y los que han recibido Sentencia Canónica.

CONDENADOS POR JUSTICIA PENAL

1. José Andrés Aguirre Ovalle, diocesano de Santiago.

2. Víctor H. Carrera Triviño, diocesano de Punta Arenas.

3. Jorge Galaz Espinoza, de la Obra Don Orione.

4. Juan Henríquez Zapata, diocesano de Valparaíso.

5. Jaime Low Cabeza, diocesano de Punta Arenas.

6. Marcelo Morales Márquez, de la congregación salesiana.

7. Ricardo Muñoz Quinteros, diocesano de Melipilla.

8. José Miguel Narváez Valenzuela, Ancud.

(Era diácono en tránsito al sacerdocio)

9. Eduardo Olivares Martínez, diocesano de Valparaíso.

10. Juan Carlos Orellana Acuña, diocesano de San Felipe.

11. Francisco Valenzuela Sanhueza, diocesano de San Felipe.

CLÉRIGOS CONDENADOS POR JUSTICIA CANÓNICA

(Ante Justicia Penal prescritos, absueltos, suspendidos, no denunciados o en proceso)

1. Gerardo Araujo Sarabia, franciscano de nacionalidad peruana.

2. Jorge Baeza Ramírez, diocesano de Chillán.

3. René Benavides Rives, diocesano de San Felipe.

4. Nibaldo Escalante Trigo, diocesano de La Serena.

5. Fernando Karadima Fariña, diocesano de Santiago.

6. Juan Miguel Leturia Mermod, de la Compañía de Jesús.

7. José Román Zúñiga, diocesano de la prelatura de Illapel.

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