• Luego de sufrir años a consecuencia de dos grandes males, una joven sanfelipeña comparte en Exclusiva su historia con Diario El Trabajo. Un tumor cerebral e hidrocefalia le mantuvieron en coma por un mes mientras que no se esperaba que se volviera a levantar. ¡Conozca cómo lo hacen los triunfadores!

Roberto González Short – rgonzalez@eltrabajo.cl

La historia de Cecilia Verdejo Varas, de 14 años de edad, es una de esas que definitivamente hay que conocer. Una adolescente nacida para triunfar y enseñar con su ejemplo de lucha y determinación ante las adversidades que la vida, desde sus ocho añitos, le ha presentado. Antes de continuar con este reportaje en Diario El Trabajo, le podemos asegurar que el final de nuestra historia es más que feliz, es impresionantemente ‘de película’.

Una pequeñita que a sus ocho años de vida empieza a sufrir problemas de visión y fuertes mareos, mismos que la remiten a un tenebroso diagnóstico que señala la existencia de un tumor cerebral, así como otro mal tan mortal como el primero, una Hidrocefalia.

OSCURIDAD DEVASTADORA

“Luego de tantos mareos y estando casi ciega, a nuestra hija le dictaminaron en la Clínica Las Condes de Santiago en 2006, un tumor en el tronco cerebral así como una hidrocefalia. No nos permitieron retirarla, el pronóstico fue devastador, si nuestra pequeña Cecilia lograba sobrevivir de esas operaciones, quedaría en estado ‘Vegetal’ para toda su vida”, relata a Diario El Trabajo Raúl Verdejo, padre de Cecilia.

El viernes 24 de marzo de 2006, ese tumor es extirpado, colocaron válvulas en su cabecita para drenar el líquido cefalorraquídeo de su cerebro, entrando luego en la oscuridad del coma profundo, la noche parecía nunca terminar.

“Durante 28 días nuestra niña no tuvo reacción alguna, ciega, sorda, muda y sin poder moverse, fue suficiente para devastarnos como familia que mirábamos irse para siempre a nuestra pequeña. Las 24 horas del día fueron empleadas íntegramente a su cuidado, esperanzados de que ella despertara, dormíamos y comíamos en esa habitación a su lado”, comenta Raúl.

Isis Varas

Nuestro medio habló con la Profesora Isis Varas, madre de Cecilia.

– ¿Cómo manejó usted esta crisis tan dolorosa?

– “Yo como madre no me encontraba en condiciones de aceptar que perdería a mi hija. Cada mañana le hablábamos para buscar alguna reacción de su parte. Casi al mes de estar en Coma, ella movió un dedo, la mano…”.

– ¿Cómo ha evolucionado Cecilia luego de las operaciones?

– “El primer año siguiente ella fue remitida a Teletón de Valparaíso, ahí se le abrió una puerta para seguir superándose. Hasta ese momento como chilenos que somos, aprendimos y comprendimos cómo funciona la Teletón. Teníamos que llevarla dos veces a la semana para poder recibir sólo una hora de terapia, porque la cantidad de pacientes es increíble, cientos de padres haciendo fila como nosotros, para que alguno de sus hijos recibiera una hora de terapia”.

– ¿Fueron muchos los daños heredados de esta crisis?

– “Cecilia tuvo que aprender a comer, hablar, mover su cuerpo y equilibrarlo. Se nos dijo que jamás ella podría comer por su boca, que jamás ella podría hablar y caminar. A pesar de estos oscuros pronósticos, nuestra niña logró caminar, aunque con mucha dificultad, durante el primer año en la Teletón. Ha sido muy duro para todos, especialmente porque ella legalmente es ciega”.

 DISCRIMINACIÓN

“Luego de esta tragedia y con la mirada fija en insertar a nuestra niña en grupos deportivos, concursos y actividades recreativas, decenas de clubes y centros recreativos encontraron distintas excusas para no aceptar que nuestra hija pudiera participar, correr, nadar o simplemente jugar con otros niños a nivel recreativo en sus instituciones. Siempre la desplazaron para que ella no pudiera participar, esto por sus limitaciones motoras, algo que nos dolió profundamente”, explicó Raúl, angustiado, a nuestro medio.

“NO PUEDO LLORAR”

Pero, ¿qué dice ahora la señorita Cecilia sobre todo este calvario? ¿Cómo le ha afectado en su vida personal y estudiantil el no poder parpadear, jugar y expresarse como los demás? Ella es estudiante del Colegio Santa Juana de Arco y habló con Diario El Trabajo.

“Lo que yo le pudo decir a las demás personas, es que valoren lo que tienen, ustedes tienen todos los sentidos buenos, en cambio yo debo esforzarme más que cualquiera”, expresa con dificultad Cecilia.

“Hasta el momento, me he sentido un poco triste, porque hay niñas en mi curso que pueden hacer muchas cosas y yo no las puedo hacer y me dan muchas ganas de llorar, pero lo peor, es que tampoco puedo llorar, pues mis ojos no producen lágrimas ni los puedo cerrar. Me siguen costando muchas cosas, pero seguiré adelante”, agrega la Srta. Verdejo.

Ella recuerda lo duro que fue el reanudar sus estudios, las cosas le fueron más difíciles luego de su dura enfermedad.

“Cuando ingresé al Santa Juana, recuerdo que fue más difícil aún, pues ninguna niña se quería juntar a mi lado; nadie jugaba conmigo porque yo no podía acompañarlas en sus juegos. También yo le he preguntado a Dios por qué tuve que vivir esto en mi vida”, añadió esta joven sanfelipeña, vecina de Villa El Señorial y hermana de Natalia, de diez años.

Por una cuestión de espacio, en Diario El Trabajo continuaremos con esta historia de coraje y superación humana este martes 2 de octubre, cuando usted podrá conocer cómo ella ha logrado destacarse en competencias y campeonatos en una disciplina deportiva con gran brillo. Su hermana menor sigue sus pasos y la familia poco a poco recobra la estabilidad emocional que perdieron desde que todo comenzó.

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