• Ya no saben qué hacer para que alguna autoridad se digne a escucharlos y les ayuden a terminar con el bullicio y otros problemas generados por el Bar Brooklyn.-

‘Emputecidos’ hasta decir basta está un grupo de vecinos de calle Cajales, cuyas casas colindan con el Bar Brooklyn ubicado en la intersección de la Avenida O’Higgins con Cajales, precisamente porque ya no soportan más los ruidos molestos que desde hace años han venido tolerando sin que ninguna autoridad haga algo para terminar con este problema. Incluso nos comentan que hay personas que decidieron dejar sus inmuebles para irse del lugar y tener una mejor calidad de vida. Hay una vecina que venía desde Canadá y por lo mismo no volvió más.

Conversamos como medio de comunicación con algunos de los afectados, como Jorge Rojas que vive al lado. Nos dice que ya llevan dos años con bulla proveniente del Brooklyn, «que está hasta las cuatro de la mañana, meten bulla, orinan en la calle», dice.

¿El ruido le complica porque usted es vecino?

– Estamos a diez, quince metros, claro que sí. Es peor que un camión con escape libre la bulla que hay todas las noches. Están desde el miércoles, jueves, viernes y sábado. El viernes y sábado hacen show, cumpleaños, todos gritan; la señora que vive al lado es canadiense, se tuvo que ir, dejó la casa encargada. La gente que vive al frente también dejaron las casas y nosotros somos los únicos que hemos invertido casi dos, tres, cuatro millones de pesos cambiando techos, colocándole a las paredes aislante y la bulla sigue igual.

¿Han logrado conversar con los administradores?

– La junta (de vecinos) conversó con ellos y quedaron de hacer arreglos, al final pusieron muchos canapés, muchas cositas habidas y por haber y nunca hicieron nada.

¿Cómo es su vida en las noches?

– Mía y de todos los vecinos, mal ‘po’, no se puede dormir, después de las cuatro (de la madrugada) usted puede quedarse dormido. Yo he estado a punto de chocar dos veces camino al sur. Imagínate, tú te quedas dormido a las diez de la noche por decirte algo, y a las doce y media despiertas y te vuelves a quedar dormido a las cuatro, cinco de la mañana, y despiertas a las seis, siete de la mañana para levantarte por el ruido de ahí mismo.

¿No hay ninguna consideración?

– No, nada, si es plata nomás, todo plata, están todos… Hay algo raro porque cuando va Carabineros no le saca parte al Brooklyn, le saca parte a la persona que está encargada, y esa cuestión no puede ser porque si yo tengo un negocio, la razón social ¿cuál es?, es Brooklyn, ¿y por qué me sacan parte a mí si yo soy el administrador?, porque ellos saben, dos ó tres partes se le clausura.

¿Qué le pide a las autoridades, no sé, emplazar a alguien?

– Mira, a las autoridades no les interesa, a ellas les interesa la plata, el voto mío no vale y el voto de los diez que somos ahí tampoco vale. A la alcaldesa lo único que le interesa es generar plata y cuánto sale una patente de ahí, no sé cuanto saldrá.

¿Ingresos en el fondo?

– Sí.

PROBLEMA DE SIEMPRE

Conversamos con otro de los vecinos, quien se identificó como Ángel Aguirre, quien al ser consultado por la situación que viven, señaló que «yo llevo ya desde que se instaló este local, como el 2017, ya empezamos con problemas con ellos. Yo he estado como tres o cuatro veces en el juzgado de policía local haciendo demandas, denuncias, pero nunca he recibido ninguna respuesta del juzgado. Siempre solicitan que hay que tener medios de pruebas y uno los presenta, fotografías del galón que tienen, que no tienen ni siquiera techo, de la basura que dejan en la calle, pero para el juzgado no son medios de pruebas suficientes, no sé qué es lo que uno tiene que llevar ahí… ¿llevar una persona herida, muerta para que sea un medio de prueba contundente? Yo soy el más cercano ahí, me tengo que tomar todo lo que es el griterío, porque después de las doce de la noche ya no es una fiesta de conversación, sino que es una de gritos, de un animador que empieza a aumentarle el ruido, la música, las mujeres a chillar. Al final de cuenta, yo en pleno verano tengo que dormir, para poder aminorar un poco el ruido en mi casa, con todas las ventanas cerradas, a pesar del calor, y yo me he encontrado en varias oportunidades, que he tenido que salir temprano por mi trabajo, tipo cinco y media de la mañana, con niñas ahí orinando en plena vereda y al frente de mi casa, gallos tomando cerveza, hablando obscenidades, habiendo vecinas durmiendo ahí cerquita de ellos, escuchan todo, además del ruido de los vehículos que salen metiendo bulla por todos lados. Es algo que llevamos muchos años y no hemos tenido ninguna respuesta de la autoridad. En diciembre tuvimos una reunión con la señora alcaldesa, nos dijo que ella estaba al tanto de todos estos problemas, que no nos preocupáramos, que ella estaba recabando información y que en un momento dado iba a juntar con la PDI, Carabineros e iba a hacer una sola redada para clausurarlo, pero han pasado siete meses y de esto no ha pasado nada, nunca hemos tenido ni una señal que se han preocupado del tema».

VENDER PARA PODER IRME

Otra vecina, Tarsila Troncoso, señaló que «yo soy de la misma cuadra donde somos los afectados. A parte de que nos orinan las puertas, el ruido, es muy aterrador ya vivir ahí. Yo estoy haciendo todas las gestiones porque si yo puedo vender, voy a vender para irme. Ya en esto llevamos desde el 2017 y yo tengo exámenes médicos, todo un recuento que todo el estrés que tengo, es debido a que no puedo dormir bien, y yo creo que si todos nos ponemos en manos de vamos a estar con la misma situación. Entonces hay antecedentes, si usted no puede dormir, no puede marchar bien. Nosotros trabajamos de día, ellos de noche. Tienen una patente que según ellos es de discoteca de esto. Cuando se les dio el permiso, la primera vez, fue porque ellos iban a actuar como restaurante, un restaurante no está hasta las cinco de la mañana y menos con el ruido que tienen ellos… Ellos trabajan como discoteca y como no sé qué más porque realmente es espeluznante, como dice el vecino. Las mujeres curadas en la calle, los hombres cuando se van, ‘aserruchan’ (el motor de sus autos), yo tengo el local en la esquina y en la mañana tengo que barrer toda la mugre que ellos me dejan botellas, se sientan en mi grada a tomar, yo los veo en la cámara, realmente esto yo creo que no da para más».

¿Han logrado conversar con ellos en el fondo, han tenido reuniones con los últimos administradores?

– Los administradores anteriores, cuando ellos necesitaban el permiso de la gente que estaba alrededor, nunca a nosotros la junta de vecinos nos dio la oportunidad de poder decir si podían, de hecho igual les tenían que dar patente, pero no para discoteca. A nosotros nunca nos han dando la oportunidad de decir: «esto pasa». Nosotros no tenemos esta oportunidad que nos están dando ustedes ahora, porque resulta que todo el tiempo para allá, para acá, hemos recorrido todo. Esto de hablar con la alcaldesa… la alcaldesa, «hay qué pena», lamentablemente ella no vive ahí. La gente que antiguamente les dio el permiso, nosotros fuimos a hacer el ridículo, «que arreglamos aquí, que arreglamos acá». Si esos lugares deberían tener un espacio cerrado sí o sí. Los de allá de la automotora Siglo XXI, tienen todo un cierre de lata desde mi patio hasta allá, y resulta que eso rebota, entonces imagínese como estamos.

¿Pedirle a las autoridades que se preocupen?

– Lamentablemente ya yo no confío en las autoridades, porque aquí hay algo más. La alcaldesa a nosotros nos dijo: «Ustedes no salgan a la calle, ustedes no hagan nada por favor, porque esto es peligroso, aquí hay otro tipo de cosas que nosotros tenemos que averiguar». De esto hace más de un año, entonces qué ha averiguado ella, qué respuestas nos puede dar a nosotros, no lo entiendo. Incluso ellos en este momento no tienen el permiso, ella no pasa a las cuatro, cinco de la mañana cuando nosotros estamos ahí despiertos.

Por su parte el presidente de la junta de vecinos, Patricio Briones, lamentó que las personas lleven tanto tiempo soportando estos ruidos molestos. «Yo me imagino, todos tienen que trabajar y tienen derecho a descansar en la noche, y nosotros nos hemos visto con este problema que es complicado», dice.

Nos cuenta que tuvieron una reunión con los administradores del Broklyn y «quedamos en que hagan los arreglos pertinentes y aíslen los ruidos; ‘Sí, lo vamos a hacer’. No han hecho nada, no hacen nada», señaló.

¿QUÉ DIJERON DESDE EL BAR BROOKLYN?

Consultada María José González, del Bar Brooklyn, sobre las denuncias hechas por vecinos a su local, nos indicó que por parte de la administración del bar «hemos llegado a acuerdo solamente en una reunión con la nueva directiva de la junta de vecinos, la cual se pidió llegar a otra reunión para llegar a acuerdos mejorados para el tema del bar, sonido y todo lo que conlleva el tema de la gente que sale a la calle y… pucha, comprenderá que es un local que se vende alcohol y la gente no sale siempre en su mejor estado, pero por parte del bar hay una persona que se dedica al aseo al terminar el turno de trabajo, eso por parte mejor. El tema del sonido, nosotros trabajamos bajo los decibeles que son permitidos, y claramente hay no sé si llamarlo un hostigamiento por parte de los vecinos, no es sólo un llamado en la noche, son varios, de hecho cuando ya hay música baja, como le comentaba, trabajando en los decibeles correspondientes. También no quisieron llegar a acuerdo de más reuniones, por parte de ellos tampoco hay como decir un buen ambiente», dice.

¿Pero ustedes los ruidos piensan mejorarlos o no? Porque en el fondo los vecinos están sufriendo el problema de los ruidos constantes, en ese sentido no sé si usted ha visitado.

– Obviamente que sí, por supuesto, nosotros no queremos tener problemas con los vecinos, pucha tratamos de llevar la fiesta en paz con ellos, tampoco hay comunicación, que el mismo vecino se comunique con nosotros, y nosotros no tenemos problemas de llegar a un volumen al cual a ellos no les moleste.

¿Se comprometen ustedes a bajar el volumen?

– Nosotros, sí por supuesto.

Claro porque esto que se dé a conocer públicamente les afecta ustedes.

– Exactamente, pero no es nuestra idea estar en mala con los vecinos.

Públicamente qué compromiso podría adquirir usted señorita María José respecto a los vecinos.

– Como le comentaba el tema del volumen, nosotros trabajamos bajo los decibeles, pero podemos trabajar un poco más bajo.

¿Crear un sistema de aislación, algo así?

– Exactamente, hay un sistema de aislación, pero usted comprenderá que ahora se usan las terrazas, están permitidas para las personas que fuman, entonces una terraza escapa a ruidos, al ser terraza, no ser techada completamente. Lo otro que nosotros igual tuvimos un problema por parte de ellos… ellos nos apedrearon la terraza con clientes, entonces eso es una falta muy grave que debería saberse por parte de ellos.

Bueno, quizás también el hecho de comprender que llevan tanto tiempo los altos volúmenes. Por ejemplo un vecino me decía que no puede dormir, que a las tres, cuatro de la mañana hay un animador.

– Pero no creo que sea motivo.

No, nadie justifica la violencia, en eso estamos claros.

– Exacto, porque si nosotros hubiésemos tenido un accidentado, no eran piedritas chiquititas.

¿Usted ha ido donde los vecinos a esa hora en que se escucha o no?

– Nosotros nos hemos dado una vuelta a la manzana y es un ruido moderado.

¿A su parecer?

– Exacto.

Vecinos afectados por los ruidos. De izquierda a derecha: Oscar Herrera, de la directiva de la junta vecinal Padre Hurtado; Jorge Rojas, afectado; Tarsila Troncoso, afectada; Patricio Briones, presidente de los vecinos; y Ángel Aguirre, vecino también afectado por los ruidos molestos provenientes del Bar Brooklyn.

Vecinos afectados por los ruidos. De izquierda a derecha: Oscar Herrera, de la directiva de la junta vecinal Padre Hurtado; Jorge Rojas, afectado; Tarsila Troncoso, afectada; Patricio Briones, presidente de los vecinos; y Ángel Aguirre, vecino también afectado por los ruidos molestos provenientes del Bar Brooklyn.

Las denuncias hechas por ruidos molestos.

Las denuncias hechas por ruidos molestos.

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Ya no saben qué hacer para que alguna autoridad se digne a escucharlos y les ayuden a terminar con el bullicio y otros problemas generados por el Bar Brooklyn.- ‘Emputecidos’ hasta decir basta está un grupo de vecinos de calle Cajales, cuyas casas colindan con el Bar Brooklyn ubicado...