Sebastián Allende Yáñez, joven de 19 años marinero conscripto de la Armada de Chile.

Sebastián Allende Yáñez, joven de 19 años marinero conscripto de la Armada de Chile.

  • El joven marinero conscripto contó su versión de los hechos acaecidos en Scalibur Discotheque, desmintiendo la versión entregada por Carabineros referente al procedimiento efectuado esa noche, el cual terminó sin detenidos.

Con un par de suturas en su rostro y mano izquierda, el marinero conscripto Sebastián Alejandro Allende Yáñez, quien fuera víctima junto a otros familiares de una golpiza en Discotheque Mundo Scalibur la madrugada del domingo, tras haber estado hospitalizado dos días en el Hospital Naval, fue dado de alta y en la tranquilidad de su hogar se atrevió a revivir los instantes de terror que lo hicieron temer por su vida y la de su hermano Francisco.
Allende, desmintió la versión entregada por la policía uniformada el pasado lunes, en la que se aseguraba que los efectivos policiales fueron los primeros en prestar ayuda a los heridos y que éstos posteriormente habrían intentado reconocer junto a las víctimas a los guardias responsables de las agresiones.
“Después de que los guardias nos pegaron, yo fui a ver a mi hermano que estaba en el suelo y le costaba respirar, yo estaba lleno de sangre y nosotros llamamos a Carabineros y la ambulancia, los primeros en llegar fueron los del Samu y posteriormente como 4 minutos después llegó la policía”, relató el muchacho.
El joven aseguró que en el momento que llegó Carabineros nunca hubo un procedimiento normal, puesto que “ellos llegaron y no entraron a pedirle declaraciones a nadie, no se fue nadie detenido… eran 5 policías: un cabo primero, un cabo segundo, dos carabineros y parece que el último también era cabo primero, incluso uno de ellos me dijo que a lo más, por lo que había pasado, lo iban a hacer firmar mensualmente al guardia que resultara responsable”, detalló.
El parte policial consigna que el carabinero a cargo del procedimiento era el Cabo Segundo Guillermo Lobos Gutiérrez. Según Allende, el personal que acudió en ese momento no realizó las acciones necesarias para poder detener a los sujetos que habrían sido responsables de la cruda golpiza.
“Cuando los Carabineros llegaron, de hecho me echaron la culpa a mí, que yo siendo de la armada no tendría por qué haber salido de noche, ellos en ningún momento nos hicieron reconocer a nadie, ni siquiera entraron a la disco. Carabineros llegó, nos vio como estábamos y después cuando llegamos al hospital, llegaron con nosotros como 3 minutos después, imposible que le hayan pedido declaraciones a alguien en tan poco tiempo”, apuntó el joven conscripto.
Respecto de lo que pudieron apreciar ellos en relación con lo que hicieron los guardias luego de golpearlos, Allende afirmó que muchos de ellos, involucrados algunos en la golpiza, continuaron en el mismo acceso principal de la disco observando todo lo que pasaba y riéndose del estado en que habían quedado los adolescentes.
Este joven, fue enfático en reiterar que al momento de la llegada de Carabineros al local nocturno, hicieron la solicitud para poder hablar con algún superior, pero en todo momento los efectivos se negaron a ese requerimiento. Allende agregó que “se negaron y al final todo quedó en nada, en el Hospital el cabo 2° me dijo que no hiciera nada mejor e insistió con el tema de la firma mensual”, – atiéndete mejor y no hagas nada, te vas pa’ la casa nomas- habrían sido las palabras del policía.
En relación a si durante las últimas horas ha podido reconocer a sus agresores, Allende asintió, contando que “yo sé quiénes fueron y tengo algunos nombres y fotografías de ellos: uno es F.L., otro se llama N. C.- que es quien me rompió el ojo y es cinturón negro en Karate – y el otro es C. R., el Carlón que es uno de los dueños, mientras me tenían agarrado por el cuello él me pateaba en el suelo y después le sacaba fotos a su zapato que lo tenía con sangre producto de que me había roto el ojo”, narró.
La familia de Sebastián, además de la indignación lógica que provoca tamaña agresión contra un ser querido, se muestra evidentemente preocupada del nulo control que existe sobre este tipo de situaciones, pues aseguran que éste no resulta ser un hecho aislado y que es prácticamente un secreto a voces el actuar ‘matonesco’ de estos personajes cada fin de semana.
El padre de Sebastián, atribuye a que esto se produce debido a ciertas ‘compensaciones’ existentes entre la policía y los propietarios del lugar y añade que resulta difícil comprender que una persona con sus sentidos bien puestos tenga la capacidad de agredir tan brutalmente a mujeres y muchachos tan jóvenes. La única razón –dice- es la utilización de drogas por parte del personal de seguridad del establecimiento.

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El joven marinero conscripto contó su versión de los hechos acaecidos en Scalibur Discotheque, desmintiendo la versión entregada por Carabineros referente al procedimiento efectuado esa noche, el cual terminó sin detenidos. Con un par de suturas en su rostro y mano izquierda, el marinero conscripto Sebastián Alejandro Allende Yáñez, quien...