Llega todos los días a las 19:00 horas de su trabajo, aunque un poco cansado, Guillermo Muñoz atendió a Diario El Trabajo para compartir con nuestros lectores algunos de sus recuerdos.

  • Acariciar sus fotos, banderines y mil recuerdos obtenidos de una fulminante pero fugaz carrera en el fútbol profesional, no es suficiente para dar paz al corazón de un deportista que lo dio todo por el fútbol chileno, pero que hoy sobrevive a duras penas en trabajos de construcción y casi olvidado por quienes una vez gritaron su nombre con cada uno de sus contundentes goles anotados a nivel nacional e internacional.

Roberto González S. – rgonzalez@eltrabajo.cl

En la presente entrega informativa, Diario El Trabajo rinde homenaje y reconocimiento público al ícono futbolístico del ayer en la persona de Guillermo ‘Hallulla’ Muñoz Muñoz, con el objetivo de compartir con las actuales generaciones un pedacito de la Historia deportiva de nuestro país.

Iniciamos esta reseña recordando que el domingo 25 de enero de 1953 nacería en San Felipe el cuarto de 16 hijos que su madre trajo al mundo, Guillermo ‘Hallulla’ Muñoz, un sanfelipeño amante de las pichangas desde su niñez y quien en su juventud recorrería el mundo dejando el nombre de Chile en la mente de millones de personas amantes del fútbol.

“De niño jugaba aquí en el barrio, las calles en ese tiempo eran de tierra, solo existía el Estadio Municipal y todas las canchas eran de tierra y piedra. Yo crecí jugando y me venían a buscar a la casa, desde pequeño yo dominaba muy bien la pelota. También jugué con la Escuela Industrial, Liceo de Hombres y el ‘Arturo Prat’”, recuerda el ‘Hallulla’ Muñoz en una entrevista concedida a nuestro medio.

SE LO ‘PELEABAN’

Es así como este joven ‘pichanguero’ de San Felipe salta rápidamente a la vitrina regional del balompié y los clubes de la época (Años 70s’) se lo ‘peleaban’ para tener en sus filas un artillero nato que les asegurara una victoria contundente a base de buenos goles en cada partido.

Entre los clubes de fútbol más importantes en los que Guillermo jugó en calidad de ‘Amateur’ se encuentran el Club Unión Delicias, Juventud Antoniana de Curimón, Chacabuco, Wanderers y el Club Centro Cultural, entre otros. Ya con cientos de partidos jugados y una exagerada cantidad de goles a su haber, todo era cuestión de tiempo para que los grandes clubes de Chile apostaran por el ‘Hallulla’ Muñoz. El Santiago Wanderers fue el primero en ‘tirar los dados’.

“En 1970 llegué al Santiago Wanderers. El ex arquero de San Felipe, Salvador Gálvez, me presentó ante el dirigente José Vera y quedé contratado, al tiro me pasaron a una ‘Selección Juvenil’ para enfrentar a un equipo nacional en Concepción, no me lo podían creer cuando, después de finalizar el encuentro, Fernando Riera me convocó a la Selección Mayor”, explica Muñoz.

El lunes diez de septiembre de 1973, un día antes de salir como Seleccionado del país por primera vez, Guillermo contrae matrimonio en la capilla del Cerro Cordillera con su actual esposa, Amelia Alvarado, con quien tuvo un hijo y una hija, Paola y Pablo.

GIRAS INTERNACIONALES

Un vez en las ‘Grandes Ligas’, la dinamita que Guillermo traía en su interior como futbolista explotaría, cosechando para sí las mejores críticas de la Prensa nacional e internacional en cada gol que fulminantemente anotaba a sus contrarios. Ya como Seleccionado, jugaría importantes partidos en muchos países, su zurda explosiva daría cuenta de arqueros de gran nivel en países como Argentina, Perú, Alemania, Holanda, Bélgica, Portugal, Rusia, Paraguay, Francia e Italia, siempre honrando la camiseta Nº10.

Es así como este ariete zurdo, nacido en el Valle del Aconcagua, jugó algunas temporadas en San Felipe, para luego en la década del ’70 saltar a Wanderers y conquistar a millones de hinchas de tantos países como visitaba. Sin embargo, el mismo ‘Hallulla’ Muñoz relata que, aunque la vida ‘no le deba nada’, él esperaba retirarse del fútbol decorosamente, ‘por la puerta grande’, no como terminó su carrera.

¿MANO ‘NEGRA’?

“Recuerdo que durante una tarde de entrenamiento, a los 15 minutos de jugar ya yo llevaba cuatro goles, entonces el entrenador dividió al grupo, hizo dos equipos y los separó dentro de la cancha, conversó con todos ellos, yo estaba afuera mirándolos, pero sin escuchar”, recuerda Muñoz.

Aunque este ‘verdugo de las redes’ nunca lo dijo a la Prensa, en nuestra entrevista quiso hablar lo que realmente ocurrió el día en que fue lesionado y lo que él sospecha que hubo detrás del supuesto ‘accidente’.

“El entrenador terminó la charla con ellos y nos llamó a los dos equipos, algo entraño para mí, es que llamó aparte al Central, habló algunas cosas con él, le dio alguna clase de ‘indicaciones’, inició el partido y al primer balón… ese Central me quiebra la pierna”, explica ‘Hallulla’ Muñoz.

“Yo no vi cuál era el motivo de sacar al Central del grupo, yo creo que ese Central era mandado a hacer lo que hizo”, detalla el ex jugador.

El telón cayó, su carrera fue interrumpida y Guillermo Muñoz Muñoz adoptaría papeles menos importantes, recibiría el cariño de su afición y algunos reconocimientos de las autoridades de la provincia, pero nunca volvería a retomar la carrera que le fue arrebatada por quien él sospecha fue ‘enviado’ a dañarlo para siempre.

“ME FUI SIN NADA”

Con los años, ‘Hallulla’ volvió a los campos de juego, pero con menor intensidad. Cerró su carrera jugando en Unión San Felipe. En la actualidad, este sanfelipeño lucha con uñas y dientes para salir adelante y seguir siendo una persona productiva, sin embargo, con sus huesos seriamente dañados como producto de aquella lesión, sufre una osteoporosis general que le carcome sus piernas y cadera y también quebraduras en sus dos clavículas y muñecas. Con dificultad logra caminar, pero no se rinde, trabaja en labores de construcción mientras reconoce a nuestro medio que lucha por una pensión.

“Yo no esperaba terminar mi carrera como lo hice, aunque me fui sin nada, yo no le cobro nada a Chile, el país nada me debe, le agradezco a mi país haber creído en mi y también doy gracias a mis tres buenos ‘Maestros’ que me entrenaron, que fueron Luis Santibáñez, Fernando Riera y Luis Álamos, los tres ya fallecidos” recuerda Muñoz. Actualmente este deportista es uno de los seis formadores que entrenan a chicos de seis a catorce años en la Escuela de Fútbol de la Municipalidad de San Felipe, gana $80.000 por mes y lucha porque las autoridades de Salud le aprueben una pensión de Invalidez.

Diario El Trabajo rinde homenaje al futbolista sanfelipeño que lo dio todo por lo que más amaba y por poner en alto el nombre de Chile. Lo hizo excelentemente.

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