Le sacaron 13 litros de líquidos acumulados:

  • Emocionado, ‘Luchito’ Zelaya rompe en llanto y da las gracias a nuestros lectores y amigos. Aún no logra conservar bien el equilibrio, pero asegura que ya no siente cansancio.

Hace pocos meses habíamos informado a nuestros lectores del mal momento que estaba pasando don Luis Zelaya Pará (62), conocido comerciante que lleva 30 años trabajando en su kiosco al lado del Banco de Chile en calle Merced. Don Lucho, como es conocido cariñosamente en nuestra comuna, tenía serios problemas de salud, lo que se reflejaba en un gran cansancio, pocas energías y complicaciones cardiacas, lo que generó que fuera hospitalizado de urgencia en una clínica en Santiago, extendiéndose dichas acciones en permanencias en hospitales como el San Camilo y el Gustavo Fricke.

MUY GOLPEADO

Sin embargo en Diario El Trabajo hoy compartimos con nuestros lectores las buenas noticias, don Luis ya fue intervenido quirúrgicamente, se le cambiaron las válvulas aorta y mitral, pues las suyas estaban ya prácticamente disfuncionales, por eso la tarde de este lunes le visitamos en su casa en Villa El Señorial, y él nos relató con lágrimas en sus ojos lo feliz y agradecido que se siente con Dios y con tantas personas que desde siempre se han preocupado por su bienestar y diariamente lo llaman para saber de su salud.

Antes de preguntarle por su salud, también le pedimos que nos comentara de su trabajo en el kiosco, pues todos en la comuna sabemos que le han robado muchas veces: «En el kiosco he trabajado 30 años, han sido duros pero es lo que me gusta, servir a la comunidad. En total me han robado 28 veces en ese lugar, finalmente hace tres años blindé totalmente el kiosco y ya no me robaron más, creo que todas esas rabias, lo de los robos, es lo que me fue enfermando», comentó Zelaya.

¿Por qué siguió usted con el kiosco siendo que todo se lo robaban?

– Es que me gusta, me gusta, me gusta lo que hago, servir a la comunidad, vender. Hubo mucha gente que me ayudó también. No hay que ser malagradecido, la gente que me ayudó, pero yo sigo luchando igual.

Háblenos de su salud, ¿cómo fuiste a dar a una sala de cirugías?

– Ya me habían encontrado una arritmia cardiaca en 2001, ahora cuando me retomaron en una clínica de Santiago y me hicieron los exámenes, encontraron que mi cuerpo estaba lleno de agua, en lugar de producir sangre, era agua lo que producía, mi corazón estaba trabajando apenas al 27% de su capacidad, me internaron y alistaron para cirugía.

¿En qué consiste la operación?

– Tuvieron que abrirme a corazón abierto, cambiarme las válvulas que estaban malas. Me cambiaron las válvulas que conducen la sangre, funcionan como en serie, te entra, se cierra una, y sale, las mías estaban ya muy dañadas, entonces eso me hizo producir líquido, estaba yo lleno de líquido, bajé 13 kilos, que era puro líquido que tenía en el cuerpo, me hicieron un procedimiento como de secado, me sacaron todo ese líquido del cuerpo, finalmente me operaron en el Hospital San Camilo, no pagué nada pues me favoreció la Ley de Urgencia, que es una normativa asociada a la necesidad de una atención inmediata e impostergable para mí como paciente, por lo cual ningún establecimiento de salud del país puede negarme la atención requerida, en caso de riesgo vital o secuela funcional grave y esa era mi situación.

¿Sientes que has mejorado en tu calidad de vida y autonomía?

– Sí, claro, ahora puedo hablar, caminar distancias cortas, por eso no estoy atendiendo mi kiosco, ya no siento ese cansancio y cada día me siento mejor.

¿A quiénes agradeces luego de pasar lo más duro de la crisis?

– Primero a Dios y a tanta gente (lágrimas), a tantas personas que me llaman, a otros comerciantes, a mi mujer, a mis amigos, estoy muy agradecido.

FUERZA DON LUIS

Todo el personal administrativo, periodístico y gerencial de Diario El Trabajo hoy nos alegramos por la recuperación de don Luis Zelaya, un sanfelipeño trabajador, honesto y de buen proceder. ¡Adelante Luchito!

Roberto González Short

UN ROBLE QUE SE LEVANTA.- Aquí vemos a don Luis Zelaya luchando por su vida, la cicatriz que tiene en su pecho es enorme, él agradece todas las muestras de apoyo recibidas.

UN ROBLE QUE SE LEVANTA.- Aquí vemos a don Luis Zelaya luchando por su vida, la cicatriz que tiene en su pecho es enorme, él agradece todas las muestras de apoyo recibidas.

La tarde de este lunes don Luis Zelaya habló con Diario El Trabajo, lloró de la emoción de poder agradecer a tantas personas que lo estiman.

La tarde de este lunes don Luis Zelaya habló con Diario El Trabajo, lloró de la emoción de poder agradecer a tantas personas que lo estiman.

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Le sacaron 13 litros de líquidos acumulados: Emocionado, ‘Luchito’ Zelaya rompe en llanto y da las gracias a nuestros lectores y amigos. Aún no logra conservar bien el equilibrio, pero asegura que ya no siente cansancio. Hace pocos meses habíamos informado a nuestros lectores del mal momento que estaba...